El pais
SUSCRÍBETE

Oxígeno para el Hospital

"Al solicitar el amparo de la ley 550 de 1999 no se está decretando la liquidación y el cierre de la entidad sino dándole una oportunidad, tal vez la última, para salir de sus graves problemas".

6 de marzo de 2016 Por:

"Al solicitar el amparo de la ley 550 de 1999 no se está decretando la liquidación y el cierre de la entidad sino dándole una oportunidad, tal vez la última, para salir de sus graves problemas".

Luego de muchas vueltas dadas durante una década sin encontrar la solución, la nueva Administración Departamental y la Junta Directiva del Hospital Universitario del Valle decidieron solicitar el amparo de la ley de insolvencia económica para la casa de salud más importante de la región. Ahora, el desafío es tomar los correctivos que se requieren para salvar de manera definitiva el HUV.Muchas son las gestiones que sucesivas directivas y gobernadores han realizado, pero, hay que reconocerlo, ninguna ha llegado a la médula de los problemas que, según el informe que presenta hoy El País, se originan en una especie de caos administrativo donde no se conoce con exactitud la nómina del Hospital, sus costos, lo que recauda o deja de cobrar, lo que se le adeuda y la manera en que se maneja la vinculación de personal administrativo o médico. El resultado es sólo el llamado a salvar la entidad símbolo de la salud en el Valle, el reclamo por las deudas impagadas de las EPS y el pedido al Gobierno Nacional para que ayude sin ofrecer nada a cambio. También ha estado latente la falta de compromiso de los gobiernos departamentales por hacer las reformas y tomar las decisiones que corresponden, empezando por reconocer la deuda que tienen con el HUV. Y ha sido casi una constante la presión de los múltiples sindicatos por exigir soluciones, así como la justificada protesta de médicos y estudiantes de la Universidad del Valle para que se cumplan las promesas de mantener con vida, vida sana, a la institución que más ha aportado a la educación en materia de salud de la región. Todo eso se resume en la decisión que tomaron el Gobierno del Valle y la Junta directiva del Hospital. Al solicitar el amparo de la ley 550 de 1999 no se está decretando la liquidación y el cierre de la entidad sino dándole una oportunidad, tal vez la última, para salir de sus graves problemas. En otros términos, es detener el acoso de las acreencias mientras se realiza la reestructuración que se necesita y empieza por ser sinceros y estar dispuestos a aportar lo que se requiere para devolverle la vida al HUV.La Gobernación comenzó por reconocer su deuda de más de $90.000 millones, y su compromiso de pagarlos en siete años. Falta que las EPS hagan algo similar, impulsadas por el Ministerio de Salud. Pero ante todo, es imprescindible que se termine el caos administrativo, que se acabe el clientelismo y se ataquen los focos de corrupción que están enquistados en la entidad. Para eso es la ley de insolvencia, con la cual se debe saber si el Hospital es viable, qué correctivos deben tomarse, cómo se mantiene como institución de salud de nivel cuatro y cuál es el aporte que deben hacer sus funcionarios, los sindicatos, los acreedores, los deudores y, en primer lugar, el Departamento del Valle como propietario y responsable de la salud pública en su jurisdicción. Cualquier otra interpretación de la ley 550 de 1999, cuyo amparo se solicita para tratar de resucitar al HUV, es sin más la disculpa para mantener prebendas y beneficios que sólo le hacen más daño a la institución de salud pública y educación más importante del suroccidente colombiano.

AHORA EN Editorial