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Obras y tránsito

26 de agosto de 2010 Por:

El aspecto preocupante está en el impacto que tendrán las obras en la comunicación de la ciudad...

A pocos días de iniciarse la intervención en varias vías de Cali por la construcción de las llamadas megaobras, crecen las inquietudes sobre el problema de movilidad que deberán padecer los caleños, en especial los que habitan o tienen su trabajo en el centro, norte y oriente de la ciudad. Hora de hablarles claro y definir el sacrificio que deberán hacer, atendiendo sus necesidades y evitando decisiones que las ignoren.Imposible desconocer que la capital vallecaucana ha acumulado un deterioro de proporciones absurdas en su desarrollo, en especial en la actualización de su circulación vehicular. Y que si bien el Sistema de Transporte Masivo es la columna vertebral para transformar el tránsito y la movilidad, es imposible desestimar el impacto que ha tenido el crecimiento del parque automotor. Por eso, aunque hay que concentrar esfuerzos para lograr que el MÍO sea completado y pueda satisfacer las aspiraciones que sobre él se tienen, también es obligatorio superar el rezago y ponerle orden a la circulación vehicular. Esa es la parte positiva de las obras que empezarán a construirse en breve.El aspecto preocupante está en el impacto que tendrán las obras en la comunicación de la ciudad. El cronograma muestra que entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre se iniciarán la intervención de la Avenida 8 norte entre calles 9 y 21, el hundimiento de la Avenida Colombia, la reconstrucción de la Calle 44 norte entre Avenida 6 y Carrera 15, y la reparación de las avenidas 4 y 5, 5A y 5B norte entre calles 15 y 23. Un plan ambicioso, del cual no hay aún una información clara sobre la manera en que se enfrentará la congestión que producirá.El pasado domingo, El País publicó el resumen de una mesa redonda donde se habló del asunto con las autoridades municipales. Allí se expresaron intenciones de crecer el número de guardas de tránsito y de realizar labores de “socialización” con las comunidades para definir los planes de desvío que pretenden aliviar los problemas. Llamó la atención que el Secretario de Infraestructura afirmara que los frentes de obra no se iniciarán de manera simultánea, contrario al cronograma que ha presentado la Alcaldía para el norte, el centro y el oeste de Cali. Y que no se sepa cuáles serán las medidas para organizar el transporte público y controlar la piratería que inunda las calles de vehículos que interfieren el tránsito al igual que la guerra del centavo.Esas consideraciones son importantes por cuanto una de las propuestas es la ampliación del pico y placa. Sin duda, sacar de circulación durante todo el día a los vehículos les ayudará a resolver a las autoridades el problema causado por un programa extraordinario de obras. Pero queda la duda sobre si esa no es una solución que perjudica a los caleños, muchos de los cuales derivan sus ingresos de esos vehículos, además de incentivar el incremento del parque automotor y la cantidad de infracciones que nunca serán canceladas. Por eso es necesario pedirle al Municipio que haga un sacrificio equivalente al que les pide a los ciudadanos, y traslade recursos de programas como los Guardas Cívicos a la atención del caos que pueden generar las obras.

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