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Los problemas de Guatemala

"En Guatemala no hay muchas posibilidades de que el futuro mejore. Dos candidatos excéntricos, un exgeneral en vaqueros que anuncia mano dura y un empresario tildado de engreído que promete pena de muerte, son los favoritos para la elección presidencial".

12 de septiembre de 2011 Por:

"En Guatemala no hay muchas posibilidades de que el futuro mejore. Dos candidatos excéntricos, un exgeneral en vaqueros que anuncia mano dura y un empresario tildado de engreído que promete pena de muerte, son los favoritos para la elección presidencial".

En medio de un panorama de pobreza creciente y violencia ligada al narcotráfico, los guatemaltecos se acercaron a elegir nuevo Presidente de la República.En un país con fuerte ascendiente indígena, la opinión de ellos resulta decisiva. Y la organización indígena de Guatemala recordó que “Las elecciones del 2011 constituyen el quinto proceso electoral en el proceso de construcción de la paz y la democracia plena cuyo contenido se recoge en los Acuerdos de Paz de 1996. La transición a la paz y la democracia plena que proyectan tiene como pilares el fortalecimiento de las instituciones del Estado y una creciente participación política de la sociedad guatemalteca, en particular de los pueblos Maya, Xinka, Garífuna y los sectores sociales. Ha ocurrido todo lo contrario”.Y agrega: “ El desarrollo rural, la soberanía alimentaria, los derechos de los pueblos indígenas, quedaron olvidados en las políticas públicas de los últimos cuatro gobiernos. El despojo de los bienes naturales, montañas, bosques y ríos crece con la imposición de las empresas multinacionales mineras e hidroeléctricas en los territorios de los Pueblos Indígenas”.Estas declaraciones parecen realizadas antes del gobierno del socialdemócrata Álvaro Colom, en quien el pueblo de Guatemala tenía esperanzas de cambio. Pero pese al sesgo ideológico socialdemócrata del mandatario, lo cierto es que su mandato se vio envuelto en acusaciones de corrupción, en especial por contratos multimillonarios con dos empresas multinacionales de armamentos sospechosas de participar del tráfico internacional de armas: también originó constantes protestas campesinas e indígenas y dejó ver su talante autoritario al presentar como candidata oficial a su esposa, Sandra Torres.A Guatemala se ha trasladado parte del conflicto entre los carteles mexicanos de la droga, que han sembrado la misma brutalidad con la que actúan en las ciudades fronterizas con Estados Unidos. Un asunto que se agrava pues ese país no posee los recursos financieros, tecnológicos e institucionales para enfrentar tan amenazante reto.Y no hay muchas posibilidades de que el futuro mejore. Dos candidatos excéntricos, un exgeneral en vaqueros que anuncia mano dura y un empresario tildado de engreído que promete pena de muerte, son los favoritos para la elección presidencial. Las cuatro principales encuestas dan al general Otto Pérez (Partido Patriota) entre un 42 y un 48 % de intención de voto, con 20 puntos de ventaja sobre Manuel Baldizón (Libertad Democrática Renovada, Líder), lo que forzaría una segunda vuelta entre ambos en noviembre.Ni siquiera el fuerte movimiento indígena guatemalteco ha logrado que su candidata, la Nobel Rigoberta Menchú aparezca con posibilidades en las encuestas, lo que tampoco sería una garantía, en una nación tan polarizada y amenazada por la inseguridad.La verdad es que, si algún país latinoamericano necesita de un “acuerdo sobre lo fundamental” para propiciar un gobierno democrático y unitario, éste es Guatemala. Por lo que el desenlace de sus elecciones, sin ese tipo de compromiso, sólo augura un futuro peor.

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