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Los líos de Cafesalud

Sin desconocer la necesidad de terminar con la intervención y de tomar las decisiones administrativas a que haya lugar, también es imperioso aclarar qué va a pasar con el servicio de salud que presta esa entidad.

23 de febrero de 2017 Por: Editorial .

Mientras avanza el proceso para vender Cafesalud, la Contraloría General de los República publicó los resultados de la visita que realizó a esa entidad. Aunque estos crean inquietud sobre el efecto que tendrán en el trámite del complejo negocio, no parecen quedar dudas sobre la necesidad de terminar esa diligencia para impedir descalabros mayores que redundan en dificultades para sus afiliados.

La historia de Cafesalud es paradójica y no puede desligarse de su antecesor. De ser un apéndice pequeño de Saludcoop, la más grande EPS de Colombia y sujeto de múltiples irregularidades que llevaron a su intervención, llegó a ser su propietaria. Ese cambio se explica por la estrategia que diseñaron las autoridades del ramo para salvar el patrimonio de la entidad que en su momento contaba con cinco millones de afiliados y para garantizarles el servicio de salud.

Por eso, de la noche a la mañana, es la más grande de todas las EPS en Colombia. Cafesalud tiene un patrimonio importante y el objetivo es salvarlo vendiendo sus activos a entidades particulares para conseguir recursos con el fin de sanear hasta donde sea posible las deudas que acumuló Saludcoop y evitar el impacto que tendría entre los colombianos su cierre y la liquidación.

Sin embargo, las demoras en el proceso y las dificultades en la administración de Cafesalud han aumentado los problemas. Según el informe de la Contraloría, aunque no se sabe el monto de sus pasivos, la entidad arroja trece mil millones de pesos en pérdidas cada semana, le ha dado destinos diferentes a recursos asignados por ley a la salud y su situación está cercana a la insolvencia. Entre tanto, crecen las quejas de los usuarios sobre el mal servicio que reciben y los mismos directivos les recomiendan cambiar de EPS.

Para resolver el problema, el Gobierno Nacional decidió vender Cafesalud, para lo cual su administración inició un proceso complejo en el que se puede ofertar por cada uno de sus servicios y empresas en las cuales se dividió el patrimonio. En otros términos y si se puede cumplir el plan, es muy posible que la antigua Saludcoop termine fraccionada en varias entidades privadas.

Ante lo que está sucediendo, y además de las inquietudes administrativas, financieras y legales expresadas por la Contraloría, es necesario preguntar qué va a pasar con los millones de afiliados a Cafesalud. Sin desconocer la necesidad de terminar con la intervención y de tomar las decisiones administrativas a que haya lugar, también es imperioso aclarar qué va a pasar con el servicio de salud que presta esa entidad.

Así de simple es la respuesta que necesitan los usuarios de Cafesalud, antes Saludcoop. Por supuesto, es de esperar que la Justicia y los órganos de vigilancia y control terminen por fin un proceso que lleva seis años y del que aún no se conocen condenas o sanciones contra los autores de uno de los peores escándalos de la Salud en Colombia. Pero la gran preocupación es cómo hará el Estado para responderle a las millones de personas afiliadas a esa entidad.

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