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Los enigmas del MH370

A esa serie de limitaciones se agrega un problema de carácter humano, al que se le puede llamar soberbia, incredulidad o confusión. Como sea, los expertos desoyeron voces de habitantes de Islas Maldivas que, en los días sucesivos a la desaparición del avión, aseguraron ver una nave de gran tamaño a baja altura.

7 de agosto de 2015 Por:

A esa serie de limitaciones se agrega un problema de carácter humano, al que se le puede llamar soberbia, incredulidad o confusión. Como sea, los expertos desoyeron voces de habitantes de Islas Maldivas que, en los días sucesivos a la desaparición del avión, aseguraron ver una nave de gran tamaño a baja altura.

Tantas respuestas como interrogantes deja la confirmación del laboratorio militar de Balma, Francia, de que el trozo de alerón hallado en Isla Reunión corresponde al Boeing 777 de Malasya Airlines que cubría la ruta Kuala Lumpur–Pekín. Es el vuelo que ya entró en la historia de la aviación mundial, el MH 370.Por ahora, lo único claro es que si a esa evidencia se suman los hallazgos ayer de más objetos -entre ellos paneles de ventanas y cojines-, es un hecho que la aeronave terminó sumergida en aguas del Océano Índico. Y si bien comienzan a aparecer las primeras certezas del destino que tomó el avión de Malasya, la gran pregunta sigue sin respuesta: ¿qué lo llevó a terminar fuera de ruta apenas 40 minutos después de su despegue, sin advertencia alguna de sus comandantes?A lo largo de los 17 meses de zozobra en que familiares, allegados, voluntarios, la propia aerolínea, expertos dispuestos por diversos organismos y gobiernos encabezados por Australia y Malasia han trabajado -por cuenta propia o aliados-, las especulaciones se han apoderado del caso. Un posible suicidio similar al de Germanwings en marzo pasado, secuestro de extremistas, asfixia producida por un incendio eléctrico, ataques de extraterrestres y disparo de misiles chinos o estadounidenses han desfilado todo tipo de ocurrencias que tendrán su desenlace tras el encuentro del alerón que arrojó el mar en una playa de la Isla Reunión.Lo que sí se sabe es que el MH370 despegó y tuvo un vuelo normal durante 40 minutos, cuando sus tripulantes se despidieron y apagaron las comunicaciones. A partir de entonces comenzó el misterio y ninguno de los mecanismos tecnológicos dispuestos para encontrar su rastro sirvió para encontrar la nave.Y aún no ha sido hallada, porque lo que existe es producto del azar. Es un hecho que la tecnología fue rebasada por el incidente, convertido ahora en tragedia. Literalmente, el vuelo desapareció a los ojos de los recursos con que cuenta la industria aeronáutica, una de las de mayor desarrollo en el mundo actual. Luego, herramientas como la caja negra se vieron limitadas para cooperar en la búsqueda. Claro está, el avión cayó al agua y la casi imposibilidad de que ese tipo de ayudas flote, aunada a la dependencia de las baterías que les permiten enviar señales por un tiempo límite, conspiraron contra los primeros intentos por dar con la nave.A esa serie de limitaciones se agrega un problema de carácter humano, al que se le puede llamar soberbia, incredulidad o confusión. Como sea, los expertos desoyeron voces de habitantes de Islas Maldivas que, en los días sucesivos a la desaparición del avión, aseguraron ver una nave de gran tamaño a baja altura. Eso desvió en buena parte el foco de la búsqueda.Lo que se espera es que se encuentren los cuerpos de 239 personas que junto con sus familias y el resto de la humanidad merecen y demandan una verdad que, por ahora y cómo van las cosas, parece bastante lejana. Sobre todo porque a todas las preguntas se suma una más: ¿dónde cayó el MH370?

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