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Los desafíos de El Salvador

"Atenazado por la corrupción y la violencia, El Salvador vuelve a sentir los efectos de una pesadilla eterna. Así lo demuestra la suma de hechos que aparecen a diario. Uno de ellos, la nueva declaratoria de guerra al Estado de las pandillas que azotan a esa nación".

15 de noviembre de 2016 Por:

"Atenazado por la corrupción y la violencia, El Salvador vuelve a sentir los efectos de una pesadilla eterna. Así lo demuestra la suma de hechos que aparecen a diario. Uno de ellos, la nueva declaratoria de guerra al Estado de las pandillas que azotan a esa nación".

Atenazado por la corrupción y la violencia, El Salvador vuelve a sentir los efectos de una pesadilla eterna. Así lo demuestra la suma de hechos que aparecen a diario. Uno de ellos, la nueva declaratoria de guerra al Estado de las pandillas que azotan a esa nación. Tres de las ‘maras’ han decidido incrementar los atentados contra todos aquellos que encarnen la majestad de justicia.El macabro plan incluye la eliminación física de los servidores públicos y sembrar terror entre todos los estamentos de la sociedad salvadoreña. Así lo demuestran las características de la ola de asesinatos cometidos en los últimos días, donde decapitaciones y asfixia son elementos comunes.El gobierno del presidente Salvador Sánchez recibe así la respuesta a su decisión de aislar en cárceles de máxima seguridad a algunos jefes de esas organizaciones criminales y de golpearlas con resultados evidentes. En lo que va del año, los homicidios han bajado el 18% y los robos, 8%. A eso se suman centenares de capturas de homicidas y casi tres mil armas decomisadas. Falta saber cuánto se ha golpeado a la extorsión, motor principal de esas estructuras al margen de la ley.Sánchez sabe que no hay reversa. Su negativa al diálogo y el despliegue en las calles de las fuerzas del orden rompió con los fallidos intentos de su antecesor Mauricio Funes de una salida negociada. La tregua de entonces no trajo resultados. Como tampoco, cree el actual mandatario, los traería un nuevo acercamiento con bandas que condicionan las conversaciones a que sus jefes en prisión vuelvan a penales sin mayores restricciones. Hacerlo sería ceder al chantaje, con todos los riesgos que implica darles la condición de interlocutores a delincuentes comunes. Pero esa es apenas una cara de la moneda. Las ‘maras’ son una fuerza que se alimenta con la práctica de todas las formas de delito y que tiene dónde reclutar nuevos integrantes. El hecho de que, según informe del Banco Mundial, el 25% de los habitantes de El Salvador vivan en la extrema pobreza, y que se haya detenido la inversión que genera empleo, muestra dos de las causas más importantes del problema. Ese panorama se ensombrece aún más si quienes han guiado el destino del país convierten el erario en caja para sus ambiciones personales. Es la corrupción rampante que tocó ya a quienes han sido los jefes del Estado. El expresidente Antonio Saca, detenido la semana pasada, tendrá ahora mucho que contar sobre cómo 15,8 millones de dólares salieron de las cuentas oficiales con destino a fondos secretos para tareas de inteligencia y terminaron en manos de su ex secretario privado y, probablemente, en las del mismo Saca, con una tajada para su colectividad política, la Alianza Republicana Nacionalista (Arena).En medio de los problemas, queda por preguntar cuánto podría afectar a toda América Central y en espacial a El Salvador la severa política de expulsión de inmigrantes ilegales que anunció el presidente electo Donald Trump. Son dos millones de salvadoreños que viven en Estados Unidos y de quienes dependen miles de familias en su país.

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