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Las dos opciones

Las cifras hablan por sí solas, y aunque era deseable una mayor participación, ellas dicen que al país le interesa su política, que reclama un cambio para que sea transparente y lejana de la corrupción y el clientelismo.

27 de mayo de 2018 Por: Editorial .

Con la selección realizada ayer en la primera vuelta, los colombianos se aprestan a escoger su próximo presidente el 17 de junio. Así como se presentó un notorio incremento en el número de votantes y en la proporción de la participación con respecto al censo electoral, queda el deber de regresar a las urnas para refrendar el respaldo a la democracia en nuestro país.

El primer lugar fue para el doctor Iván Duque, quien recibió el respaldo del 39,14% de los votantes, seguido del doctor Gustavo Petro, quien obtuvo el 25,09%. Muy cerca estuvo el doctor Sergio Fajardo, con el 23,74% y le siguieron en su orden los doctores Germán Vargas Lleras, Humberto de la Calle y Jorge Trujillo.

Debe reconocerse ante todo la tranquilidad en la cual se desarrollaron los comicios. Fue una demostración de civismo y tolerancia en la ciudadanía, a pesar de los intentos que utilizaron algunos extremistas por sembrar la discordia, por crear temores infundados y por usar todos los recursos posibles para desvirtuar la verdad. Ese primer resultado es la ratificación del grado de madurez que ha adquirido la Nación, a pesar de los ominosos y amenazantes pasos de una violencia alimentada por el narcotráfico.

También se debe reconocer el importante aumento en el número de votos, que llegó a 19.310.560 votos válidos que representan el 53,31% del Censo Electoral. Eso demuestra la importancia que le han dado los colombianos a este momento en el cual se decide el que será su próximo mandatario en la Presidencia de la República, lo cual debe mantenerse para la etapa decisiva que tendrá lugar dentro de tres semanas.

Mención especial merece la Registraduría Nacional del Estado Civil por la rapidez y eficacia con la cual realizó el primer conteo de los votos y por la publicación inmediata, a medida que le llegaban los datos de todas las mesas de votación. Esa actuación sirve para desmentir a quienes pretendieron cubrir su derrota sembrando la duda sobre la neutralidad y transparencia del organismo que maneja los certámenes electorales.

A partir de hoy empieza una nueva campaña entre el doctor Duque de la alianza que lidera su partido el Centro Democrático y el doctor Gustavo Petro, cabeza del movimiento Colombia Humana. Es el esfuerzo por convencer a quienes votaron por las otras propuestas y que tienen ahora la definición en sus manos.

Las cifras hablan por sí solas, y aunque era deseable una mayor participación, ellas dicen que al país le interesa su política, que reclama un cambio para que sea transparente y lejana de la corrupción y el clientelismo. Que si bien se ha logrado un progreso en la búsqueda de la paz, se requiere un esfuerzo para derrotar la violencia que golpea con saña a los sectores más pobres y más abandonadas por un Estado que debe ser el árbitro de una sociedad que progresa pero con muchos problemas e inequidades por resolver.

Colombia votó ayer, en un ejemplo de democracia. Ahora falta el esfuerzo final, en el cual debe primar la convocatoria a la unión, el respeto por la diversidad y el rechazo al odio de clases y al populismo estéril.

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