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La violencia en Iraq

"El gobierno parece incapaz de controlar la situación, hasta tal punto que el primer ministro de Iraq, Nouri al Maliki, que se había mostrado partidario de la salida de las tropas estadounidenses debió acudir a la Casa Blanca. El presidente Barack Obama señaló que discutieron modos de colaboración para contrarrestar el aumento de la violencia en Iraq, del que ambos culparon a al Qaeda".

4 de noviembre de 2013 Por:

"El gobierno parece incapaz de controlar la situación, hasta tal punto que el primer ministro de Iraq, Nouri al Maliki, que se había mostrado partidario de la salida de las tropas estadounidenses debió acudir a la Casa Blanca. El presidente Barack Obama señaló que discutieron modos de colaboración para contrarrestar el aumento de la violencia en Iraq, del que ambos culparon a al Qaeda".

Iraq vive un repunte de la violencia nunca antes visto. Desde julio, al menos 1.000 personas murieron y otras 3.000 resultaron heridas, en su mayoría civiles, según datos de Naciones Unidas. Desde abril el país ha registrado más muertos de manera violenta que el total acumulado en los últimos cinco años.El gobierno parece incapaz de controlar la situación, hasta tal punto que el primer ministro de Iraq, Nouri al Maliki, que se había mostrado partidario de la salida de las tropas estadounidenses debió acudir a la Casa Blanca. El presidente Barack Obama señaló que discutieron modos de colaboración para contrarrestar el aumento de la violencia en Iraq, del que ambos culparon a al Qaeda. Pero el anuncio no tuvo en entusiasmo de antaño, tal vez porque analistas estadounidenses culpan a Maliki por el deterioro de la situación en su país.Se ha señalado que el Primer Ministro no ha hecho esfuerzos por unir a su nación contra la amenaza del terrorismo y continúa impulsando una política sectaria al excluir a los suníes del gobierno y permitir que los chiítas acaparen la administración pública. La situación de la juventud sunita es desesperada: no encuentran empleo pese a ser el sector mejor educado de la sociedad y el que más inclinaciones tiene hacia la construcción de una sociedad laica, e incluso son mal vistos en el sector privado que no quiere enemistarse con los funcionario estatales, casi todos ellos chiítas.Así, se vuelven presa fácil para los reclutadores de Al Qaeda, que en realidad está detrás de los atentados contra civiles en centros poblados por mayorías chiítas. Mientras tanto se acusa al gobierno de ser responsable de los mismos atentados que se suceden contra civiles suníes. El sectarismo es tal que aquellas áreas mixtas, en las que habían convivido por siglos suníes y chiítas, hoy prácticamente no existen.Mientras tanto los kurdos, la otra gran minoría de Iraq, parecen esperar su momento para entrar en liza. Aunque su aspiración es mayor: la república de Kurdistán, que contaría con territorios de Iraq, Siria y Turquía. Están a la espera de los resultados del desangre entre chiítas y suníes que por ahora sólo está fortaleciendo a Al Qaeda, para temor de Occidente.Estaba previsto: con los chiítas al mando, la violencia sectaria se dispararía y la correlación de fuerzas en el Medio Oriente se inclinaría hacia los ayatolas iraníes, que son la verdadera cabeza del sectarismo chiíta. De allí que los suníes de Irak, al combatir al gobierno de Maliki, justifiquen su acciones señalando que este es un aliado del sanguinario dictador Al Assad en Siria. Lo que es cierto, pues Maliki cometió el error de afirmar que el triunfo de la oposición en Siria atentaría contra la seguridad de Iraq.Así las cosas el entusiasmo estadounidense no es alto ahora que se trata de ayudar al mismo gobierno que ayudaron a instalar. Y Maliki deberá mejorar muchas cosas en su país, si es que de veras quiere que la comunidad internacional lo apoye para detener la violencia creciente.

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