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La movilidad de Cali

Frente a toda esa nueva demanda, los ingresos municipales no son suficientes. Es por eso que se deben echar mano de posibilidades distintas para resolver un problema que afecta a todos los ciudadanos. Por eso se debate la construcción de autopistas con peajes, o se escuchan propuestas para realizar vías mediante las Asociaciones Público Privadas, las APP que permiten atraer los recursos económicos del sector privado que no puede generar el municipio.

6 de marzo de 2015 Por:

Frente a toda esa nueva demanda, los ingresos municipales no son suficientes. Es por eso que se deben echar mano de posibilidades distintas para resolver un problema que afecta a todos los ciudadanos. Por eso se debate la construcción de autopistas con peajes, o se escuchan propuestas para realizar vías mediante las Asociaciones Público Privadas, las APP que permiten atraer los recursos económicos del sector privado que no puede generar el municipio.

Muchos autos, muchas motos y pocas vías. Ese ha sido el derrotero de Cali en la última década, que demanda soluciones integrales y futuristas para evitar los atascos que perjudican la movilidad y presagian una vida muy difícil para los habitantes de la capital vallecaucana.Los problemas empiezan por los ingresos a una ciudad que es el epicentro de la actividad social en la región. Como resultado, los municipios vecinos alojan miles de ciudadanos que encuentran en ellos viviendas de mejor calidad, precios más económicos de la tierra y menos impuestos. Son ellos los que compran vehículos de transporte individual, ante la precaria oferta de transporte colectivo, y que generan enormes congestiones en las horas de entrada y salida. O recurren a los ‘piratas’ que se apostan en las vías de acceso, ocasionando un conflicto permanente. Luego está la movilidad interna de Cali. Las administraciones locales han construido importantes vías en los últimos años, y han realizado un gran esfuerzo para impulsar el sistema de transporte masivo que reemplazó al caos producido por más de cinco mil buses y busetas. Pero ya está claro que el MÍO tardará tiempo en adquirir la capacidad de responder a la demanda de los usuarios, habitantes de Cali y de los municipios vecinos. Y paralelo a los sistemas de transporte masivo, Colombia impulsó la venta de motos y automóviles en la última década, lo que multiplicó la circulación de automotores de transporte individual en Cali, gran parte de los cuales no tributan al municipio. El resultado se refleja en la congestión y en la falta de vías, en trancones por doquier que exasperan a los ciudadanos y demandan más guardas de tránsito y más restricciones, como si esa fuera la solución. Y como si Cali tuviera recursos ilimitados para resolver esas dificultades. Frente a toda esa nueva demanda, los ingresos municipales no son suficientes. Es por eso que se deben echar mano de posibilidades distintas para resolver un problema que afecta a todos los ciudadanos. Por eso se debate la construcción de autopistas con peajes, o se escuchan propuestas para realizar vías mediante las Asociaciones Público Privadas, las APP que permiten atraer los recursos económicos del sector privado que no puede generar el municipio. Pero la salida no puede concentrarse en construir más vías, o debe depender solo del municipio de Cali. Está el tren con todas sus ventajas, que hasta ahora no ha sido impulsado como corresponde. También está la posibilidad de ampliar la circulación del MÍO hacia los municipios cercanos. Son ideas que deben ser tenidas en cuenta y en las cuales es imprescindible el aporte tanto de los vecinos, por ser una solución que afecta a la región, como de la Nación.Ahora se escuchan protestas de todo orden a las propuestas que se están haciendo. La verdad es que Cali y su área metropolitana deben resolver las amenazas que afectan la movilidad de sus habitantes. Eso debe hacerse con decisiones sensatas y no con populismos que disfrazan los problemas y anuncian recursos que no existen en las arcas municipales.

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