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La emergencia invernal

12 de noviembre de 2010 Por:

"El Valle no es ajeno al drama que está ocasionando La Niña..."

Más de un millón de damnificados, 150 muertos, destrucción de la de por sí insuficiente infraestructura vial y muchas familias golpeadas en el campo y en las ciudades, son los efectos que hasta ahora le deja a Colombia el fenómeno de la niña. Razones suficientes para reclamar un plan de emergencia ante la posibilidad cierta de que la oleada invernal se prolongue hasta bien entrado el próximo año.Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, el fenómeno ha tenido una intensidad que no se presentaba desde 1973, cuando el país soportó daños de gran envergadura. Como resultado, 32 de los 34 departamentos están experimentando serios peligros y muchos de sus municipios están en emergencia. Y apenas está llegando a su etapa de madurez, lo que ocurrirá en enero próximo, hasta que termine en el mes de junio. Hay pues una probabilidad real de que los daños se extiendan y las víctimas aumenten, por lo que ya no es momento para mostrarse indiferente ante una amenaza que fue anunciada por el propio Ideam hace cinco meses, sin que se hubieran hecho las previsiones que ameritaba la advertencia.Y el Valle no es ajeno al drama que está ocasionando La Niña. Mientras el río Cauca está llegando en algunos sitios a niveles peligrosos a razón de 10 centímetros por hora, el distrito de riego que cubre a Roldanillo, La Unión, Toro, La Victoria y Zarzal está amenazado por el embate de las aguas. Ya son casi 30 los municipios vallecaucanos que padecen la emergencia, destacándose Versalles, donde el 80% de las vías rurales están interrumpidas, aislando a más de 50 corregimientos y afectando miles de familias y a las cabeceras municipales de El Águila o de Sevilla, mientras se teme por las consecuencias que puedan producirse en Cali. Según la CVC, se espera un incremento del 50% en las lluvias durante los próximos dos meses.Hay pues un verdadero estado de alarma que obliga a los gobiernos municipales y departamentales a declarar la calamidad pública para agilizar la disposición de recursos que permitan paliar en algo el daño causado por la temporada invernal. No obstante, ya es evidente la necesidad de que la Nación actúe en respaldo de las regiones y las localidades incapaces de afrontar esta emergencia. Sin duda, atender la infraestructura vial en todo el territorio nacional es prioritario para evitar que se produzcan desabastecimientos de todo orden. Pero también está la obligación de socorrer a quienes padecen la tragedia e incluso están amenazados en su integridad.Pero también se requiere que la solidaridad de los colombianos se haga presente de manera efectiva. Para ello se han movilizado ya los comités de atención y prevención de desastres, así como los cuerpos de la Defensa Civil y La Cruz Roja. Si bien es tarea de las autoridades ofrecerles el socorro que necesitan, hay muchos compatriotas padeciendo los rigores de la naturaleza y necesitan de apoyo y asistencia, mientras pasa el fenómeno de La Niña y llegan las soluciones definitivas de parte del Estado.

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