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La decisión de la Corte

19 de agosto de 2010 Por:

Decisión de la Corte Constitucional es una prueba más de la fortaleza...

Como corresponde a un Estado de Derecho donde opera la independencia de los poderes públicos, la Corte Constitucional estudió el acuerdo entre Colombia y los Estados Unidos para el uso de bases militares y consideró que deben cumplirse requisitos a su juicio indispensables para que tenga validez. Le corresponde ahora al Ejecutivo, si lo cree pertinente, presentarlo ante el Congreso para conseguir su aprobación, subsanando así la falla que motivó la sentencia.La decisión de la Corte se basa en una consideración que no toca la legalidad de los contenidos del acuerdo, sino sus características, que a su juicio exceden la definición como un acto complementario de un tratado anterior. Según el presidente del máximo tribunal constitucional, se declara como un tratado nuevo y distinto a causa de la inclusión de modificaciones que exceden el marco de los convenios precedentes, de crear obligaciones nuevas y otorgar prerrogativas como el tránsito de aeronaves, la indeterminación del número de bases a las que tendrán acceso las tropas de los Estados Unidos y la facultad del Gobierno de prorrogarlas en forma indefinida que reclaman la participación del Congreso colombiano.En esas condiciones, la Corte ha tomado una decisión que será acatada y tendrá consecuencias de orden político. Una vez conocida la sentencia en su integridad, el Gobierno Nacional tendrá la disyuntiva de presentarlo al Congreso para su aprobación o de continuar con los tratados de cooperación existentes desde 1950 con los Estados Unidos y ampliados con frecuencia. Será una decisión política del presidente Juan Manuel Santos, quien como ministro de Defensa del anterior Gobierno conoció de cerca las características y los efectos que el acuerdo tendría en el propósito de combatir el narcotráfico y el terrorismo. Contrario a las voces que descalifican con frecuencia a nuestro país, la decisión de la Corte Constitucional es una prueba más de la fortaleza institucional y el respeto por la ley que caracteriza a la democracia colombiana. Ya se verá si el Gobierno considera suficientes los mecanismos de colaboración que existen entre dos aliados tradicionales o si, como lo sugiere la Corte, presenta el nuevo tratado ante el Legislativo y éste lo revisa y aprueba después de los correspondientes debates. En cualquier caso, nadie podrá decir que fueron actos autoritarios ni violatorios de la Constitución dirigidos a amenazar el equilibrio geopolítico de Suramérica o de los países vecinos.Lo que sigue es entonces esperar las decisiones del Gobierno, sin que ello signifique una derrota como la que proclaman los enemigos declarados de los Estados Unidos y quienes se empeñaron en difundir la mentira de que se estaban construyendo bases de ese país en nuestro territorio. Si algo demuestran tanto la sentencia de la Corte Constitucional como la decisión del Ejecutivo es la autonomía soberana de Colombia al definir sus asuntos, así como el respeto por los principios constitucionales y la independencia de poderes que rigen sus instituciones de gobierno.

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