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La cuña del mismo palo

"El presidente electo, Juan Carlos Varela, antes aliado de Martinelli, es convirtió en su más férreo opositor, al descubrir y denunciar graves casos de corrupción en el gobierno. La pelea estalló por su oposición a medidas de Martinelli tendientes a controlar los poderes Legislativo y Judicial. Para el Mandatario, Varela fue desleal".

9 de mayo de 2014 Por:

"El presidente electo, Juan Carlos Varela, antes aliado de Martinelli, es convirtió en su más férreo opositor, al descubrir y denunciar graves casos de corrupción en el gobierno. La pelea estalló por su oposición a medidas de Martinelli tendientes a controlar los poderes Legislativo y Judicial. Para el Mandatario, Varela fue desleal".

En una decisión sorpresiva, el tercero en las encuestas ganó las elecciones presidenciales en Panamá. Se trata de Juan Carlos Varela, vicepresidente de la República, empresario exitoso, perteneciente a una familia de políticos de tradición conservadora y en varias ocasiones Ministro de Estado.El hoy Presidente electo se impuso con holgura al candidato del presidente Martinelli, quien llevaba como fórmula vicepresidencial a la esposa de este último, y al opositor Juan Carlos Navarro, ex alcalde de la capital del país.Varela, antes aliado de Martinelli, es convirtió en su más férreo opositor, al descubrir y denunciar graves casos de corrupción en el gobierno. La pelea estalló por su oposición a medidas de Martinelli tendientes a controlar los poderes Legislativo y Judicial. Para el Mandatario, Varela fue desleal. Por eso en mayo de 2011 le pidió que renunciara al cargo porque -según él- no hacía nada. Varela respondió que él servía “al pueblo y no a un gobierno corrupto”.Esta reyerta se dio en medio de una bonanza económica pocas veces vista. 8,4% de crecimiento del PIB, desempleo lindando en cero, índice de precios al consumidor en baja desde hace años, e ingresos anuales constantes que superan los dos mil millones de dólares por operación del Canal de Panamá. Pese a ello, el país mantiene grandes desigualdades: las cifras de subempleo y empleo informal son altas y similares a las de otros países en desarrollo, y las garantías de derechos fundamentales en salud, educación y agua potable, dejan mucho que desear.Como es de esperarse, esta bonanza y sus desigualdades sociales incomprensibles se explican por actos de corrupción que han involucrado al gobierno, hasta el punto en que el diario La Prensa se hizo eco de una declaración proveniente de la oposición, en la que se dice: “Estamos ante un Presidente y una familia presidencial con una codicia ilimitada, porque no solo se están metiendo en todos los negocios habidos y por haber que se originan de concesiones especiales del Estado, sino que utilizan el mismo poder estatal para agredir a la competencia”.De allí la dura crítica al actual Presidente panameño y a su antecesor quien, dicho sea, tampoco es el responsable de la bonanza que vive su país. Ella tiene su origen en la visión de Omar Torrijos, quien negoció la devolución del Canal con el presidente Carter y lo convirtió en la principal fuente de ingresos del Estado. Asimismo, fue quien anunció, en 2006, la ampliación del Canal, comenzada en el 2007, para dar paso a la nueva generación de cargueros Post Panamax.La buena operación del Canal y el inicio de su ampliación han disparado los ingresos y generado altas expectativas para los inversionistas y el comercio mundial. Aprovechar las ventajas de su posición geoestratégica fue el gran aporte de Omar Torrijos, además de asegurar a su país como el paradigma del mercado libre en América, a pesar de su imagen de izquierdista.Si el nuevo gobierno evita la corrupción, como lo ha prometido, Panamá pronto puede convertirse en el país con mayor índice de desarrollo humano de América Latina.

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