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La amenaza de Irán

"Al parecer falta apenas un pequeño lapso de tiempo para que lo que era una expectativa sobre la cual se especulaba se convierta en una realidad. Con lo cual se concretará un peligro cada vez más próximo. Por supuesto, el responsable es el gobierno iraní y su afán de usar la energía atómica para imponer su punto de vista".

18 de noviembre de 2011 Por:

"Al parecer falta apenas un pequeño lapso de tiempo para que lo que era una expectativa sobre la cual se especulaba se convierta en una realidad. Con lo cual se concretará un peligro cada vez más próximo. Por supuesto, el responsable es el gobierno iraní y su afán de usar la energía atómica para imponer su punto de vista".

Durante una década, el mundo ha estado en alerta ante la posibilidad de que Irán llegue a producir una bomba nuclear. Hoy, esa amenaza es cada vez más próxima a una realidad que puede cambiar el equilibrio en una zona donde se produce la mayor cantidad de petróleo. Según la Oiea, Organismo Internacional de Energía Atómica, la capacidad para producir una bomba de destrucción masiva basada en la energía nuclear es ya una realidad en Irán. Con lo cual se cumplen algunos de los propósitos del régimen que gobierna a la antigua Persia, basados en la religión islámica y en el fanatismo religioso, el de tener la capacidad suficiente para desafiar a Occidente, empezando por Israel. Esas características son las que han hecho al resto de la comunidad internacional poner sus ojos sobre lo que ocurre en el país gobernado por los Imanes. Se diría entonces por qué a varios de sus vecinos, India, Paquistán y el propio Israel, se les ha permitido construir armas atómicas sin que se haya producido una movilización como la que tiene en la mira a Irán. La respuesta es clara: ninguno como ese país, cuyo régimen ha sido implicado en ataques terroristas y el que no niega sus propósitos de desafiar a Occidente y destruir la nación judía, despierta tanta desconfianza. Llama la atención que a pesar de esos hechos, países como Francia o Rusia le hayan colaborado al gobierno de Abdul Ahjmadineyad para llevar a cabo sus sombríos propósitos. Y que medidas disuasorias en apariencia drásticas, no hayan tenido la suficiente fuerza como para obligarlo a abandonar tan peligrosa empresa. De ahí que el posible ataque de Israel sea una eventualidad cada vez más cercana, así los líderes de los Estados occidentales expresen su rechazo al uso de la fuerza. La realidad es que Irán está en el corazón de la producción mundial de petróleo. Y que incluso los países árabes encabezados por Arabia Saudita han expresado su alarma ante lo que pueda ocurrir, como lo revelaron las comunicaciones de la diplomacia estadounidense publicadas por WikiLeaks. Allí se ve con claridad que la amenaza de un Irán con poder atómico es una preocupación que afecta en primer lugar a sus vecinos.Al parecer falta apenas un pequeño lapso para que lo que era una expectativa sobre la cual se especulaba se convierta en una realidad. Con lo cual se concretará un peligro cada vez más próximo. Por supuesto, el responsable es el gobierno iraní y su afán de usar la energía atómica para imponer su punto de vista. Pero no es menos cierto que en el ambiguo manejo que le ha dado la comunidad internacional está otra de las grandes causas del espinoso asunto que compromete de nuevo la paz.Sin duda, y ante la desconfianza que generan el gobierno de Irán y su fanatismo religioso, nada sería más riesgoso para el mundo que éste lograra producir la bomba atómica, o que la amenaza obligara a Israel a actuar para impedir que se cumpla la obsesión de destruirlo que grita a los cuatro vientos Ahmadineyad. Por lo cual es de esperar que la ONU tome cartas en el asunto y desarme la amenaza antes de que sea demasiado tarde.

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