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Hechos trascendentales

El pasado viernes, la delegación de la ONU reportó la entrega oficial del 60% de las armas de las Farc. Cuando durante este mes se complete la totalidad de ese compromiso, se habrá producido uno de los hechos más trascendentales para dar fin al conflicto con el grupo guerrillero.

18 de junio de 2017 Por: Editorial .

El pasado viernes, la delegación de la ONU reportó la entrega oficial del 60% de las armas de las Farc. Cuando durante este mes se complete la totalidad de ese compromiso, se habrá producido uno de los hechos más trascendentales para dar fin al conflicto con el grupo guerrillero.

El próximo 27 de junio se deberá haber cumplido el 100% de esa entrega. Y en el entre tanto, todos los integrantes de las Farc deberán estar en las zonas veredales dispuestas para su alojamiento, lo cual indicará que culmina la etapa de desmovilización.

Por encima de las discusiones y los debates sobre lo que ha sucedido alrededor de las negociaciones en La Habana y la aplicación de los acuerdos que surgieron de ellas, esos hechos hay que reconocerlos en toda su importancia. Para Colombia significa la terminación de un movimiento armado que causó daños enormes durante cincuenta y tres años y que ahora se apresta a integrarse a la sociedad.

Quedará pendiente la puesta en marcha del resto de los Acuerdos, en especial, la creación oficial de la Justicia Especial para la Paz, JEP, uno de los compromisos más importantes dentro de estos. Sin conocerse de manera oficial las razones que lo motivaron, se sabe que el Gobierno Nacional solicitó al Congreso el retiro de su propuesta, la cual deberá ser tramitada por el Congreso mediante el mecanismo del Fast Track y acatando las decisiones que tomó la Corte Constitucional acerca de la capacidad del Legislativo para debatir la iniciativa.

Con todo y las dificultades que se han venido presentando, el proceso para terminar el conflicto ha tenido progresos innegables. Claro que se han producido momentos difíciles, incumplimientos en algunos compromisos que se han ido subsanando y desencuentros causados entre otras cosas, por la interpretación que los jefes del grupo guerrillero pretenden imponer.

Pero hay una realidad que no puede desconocerse. Lo que debe seguir es el compromiso de mantener el debate democrático en el cual se escuche la voz de los opositores y se respeten sus opiniones. Y que se oiga de la misma manera la voz del Gobierno y quienes conforman la unión política que respalda el Proceso en toda su integridad.

También se debe reconocer que falta mucho camino por andar. Camino difícil y complejo, puesto que en el Congreso se debatirán reformas de gran trascendencia como la creación de la JEP, la atinente a la tierra y las que se refieren a la participación en política de los hasta ahora eran integrantes de las Farc que deben desaparecer como grupo armado.

Debe reconocerse que todas esas reformas y esas innovaciones serán tramitadas en un año donde el país se prepara para las elecciones presidenciales y legislativas. Lo cual indica que el proceso para terminar de manera definitiva el conflicto con las Farc será uno de los ejes del debate electoral.

Es de esperar que ese debate se lleve a cabo en forma respetuosa. Pero ante todo, que en él se reconozca la importancia de mantener con vida y llevar a término el Proceso con el cual se puso fin a uno de los factores más críticos de la violencia en Colombia durante los últimos cincuenta años.

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