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Hecha la ley…

14 de septiembre de 2010 Por:

"Extraña que el ex secretario de Hacienda del Departamento haya permitido..."

… hecha la trampa. Ese aforismo, de común aplicación en Colombia, parece ser el apropiado para definir lo que está ocurriendo con las vigencias futuras como mecanismo para ejecutar obras de gran aliento en Colombia. Ahora, la Contraloría General de la Nación hace un llamado a departamentos y municipios para detener la mala utilización de un recurso que puede terminar causando una crisis fiscal de peores dimensiones y consecuencia que la de 1998.Las vigencias futuras son una herramienta presupuestal que permite, ante todo, asegurar la ejecución de proyectos de importancia estratégica para las regiones y los municipios. Por esas mismas características, deben responder a Planes de Desarrollo debidamente estructurados, siempre y cuando impliquen compromisos que puedan ser asumidos por los entes territoriales. Y si tienen como requisito el endeudamiento de esos entes, ellos deberán cumplir con los trámites que ordena la ley, empezando por la autorización del Ministerio de Hacienda.Por eso extraña que el ex Secretario de Hacienda del Departamento haya permitido la aplicación de ese mecanismo que endeudará en $650.000 millones al Valle, con intereses altísimos. Como antiguo director de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, y partícipe de la reforma que promovió el entonces ministro Juan Manuel Santos para resolver la crisis fiscal de los entes territoriales, el señor Ezequiel Lenis sabía que ninguna de las obras incluidas cumple con los requisitos de las vigencias futuras.La explicación permite entender por qué, según concepto de la Contraloría Departamental del Valle, no era posible la autorización de la Asamblea para que se aplicara tal figura en el Departamento, excepto para realizar el Plan de Aguas. No hay pues una negación de las vigencias futuras sino una precisión, para evitar que, como está ocurriendo, se convierta en recurso para evadir la obligación de solicitar ante el Ministerio la aprobación del endeudamiento mediante el cual algunos gobernadores y alcaldes pretenden ejecutar obras de menor impacto.Es el mismo caso de lo que ocurre en Cali, donde se aprobaron dos proyectos de vigencias futuras. En el primero, se trata de garantizar la terminación de un proyecto que como el Sistema de Transporte Masivo, es de gran importancia para la ciudad y no implica asumir más deudas. El otro se refiere a la readecuación del estadio Pascual Guerrero y la reparación de algunos centros educativos. En este caso, es claro que no se cumplen los requisitos, y su ejecución puede acarrear consecuencias de orden legal para quienes participaron en su autorización.En la Asamblea del Valle, se realiza hoy una reunión para estudiar la circular emitida por el Ministerio de Hacienda y los entes de control sobre el uso que se les está dando a las vigencias. Lo que está en juego es la estabilidad financiera del Valle y algunos de sus municipios. Por eso, allí deberá imperar el buen juicio antes que los intereses partidistas o los afanes por construir obras así no cumplan los parámetros que exige la ley para aplicar el recurso extraordinario de las vigencia futuras.

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