El pais
SUSCRÍBETE

Freno a la secesión

"...las mayorías catalanas pasaron una cuenta de cobro a sus gobernantes, pidiéndoles que respondan por sus malos manejos, al tiempo que se niegan a dejarse engatusar por el nacionalismo".

27 de noviembre de 2012 Por:

"...las mayorías catalanas pasaron una cuenta de cobro a sus gobernantes, pidiéndoles que respondan por sus malos manejos, al tiempo que se niegan a dejarse engatusar por el nacionalismo".

Los resultados de las elecciones anticipadas en Cataluña, que pretendieron convertir en un plebiscito sobre la independencia de España, significaron un duro revés para el partido gobernante Convergencia y Unión.Con una participación del 70% de los electores, el resultado fue doloroso para el presidente catalán Artur Mas, cuyo movimiento de centro derecha perdió 12 diputados y la posibilidad de contar con la mayoría en el Parlamento. Así las cosas, al aceptar el revés, morigeró las pretensiones separatistas y decidió acudir a un acuerdo con el Gobierno español.“No nos podemos hacer responsables únicos de la gobernabilidad del país (Cataluña). CiU no tiene la fuerza suficiente de liderar el gobierno y el proceso. Hay otros que tendrán que hacerse corresponsables”, dijo Mas, aceptando que la bandera nacionalista con la cual embarcó a Cataluña entera para tratar de lograr un plebiscito clamoroso, le obligará a compartir el gobierno y aplazará la separación.Aunque los nacionalistas lograron la mayoría en el Parlamento al alcanzar 85 asientos entre los 135 disponibles, 21 de ellos corresponden a la Izquierda Republicana de Cataluña, un movimiento que aumentó su participación y que es contrario en casi todo, al movimiento que dirige Mas. Y el hecho de que esta vertiente hubiera salido victoriosa muestra que el electorado no se tragó el anzuelo y castigó el mal gobierno.Es paradójico, las fuerzas que sostienen la unidad de España en Cataluña, el PP y el Partido Socialista, resultaron minoritarias aunque con una representación importante, porque creció fuertemente el movimiento Ciudadanos de Cataluña, ácido crítico del nacionalismo catalán y sus propuestas de secesión. Estas tres fuerzas, pese a la derrota, resultaron favorecidas por el revés que sufrió el partido gobernante. Así los ven los medios españoles que en Madrid titularon, ‘Ganó España’, y en Barcelona, ‘Mas no logra sus objetivos’.Fue la participación ciudadana la que desbarató el plan de los secesionistas. Ellos querían disculpar sus fracasos en el gobierno, desde donde habían gastado sin medida, responsabilizando al Estado español por la crisis a la que contribuyeron con su populismo y endeudamiento sin límite, enarbolando la bandera de la independencia para vender la ilusión de un retorno a las “buenas épocas” si fueran autónomos para manejar sus propios recursos.Pero las mayorías catalanas pasaron una cuenta de cobro a sus gobernantes, pidiéndoles que respondan por sus malos manejos, al tiempo que se niegan a dejarse engatusar por el nacionalismo. Si Arthur Mas decide llevar a cabo su propuesta de convocar un referéndum sobre la independencia para 2014, necesitará alcanzar pactos que se antojan casi imposibles pues la votación por Izquierda Republicana fue más por sus críticas al manejo económico que por la postura nacionalista.El resultado también demostró la fortaleza que ha tomado la democracia como instrumento para tomar decisiones cruciales en España. Por ahora ganó la unidad española, pero la amenaza secesionista, aunque golpeada sigue viva.

AHORA EN Editorial