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Firmes contra el terror

"El Estado está obligado a actuar con decisión para encontrar a los responsables y hacer valer el imperio de la legalidad por encima de quienes pretenden imponer la oscuridad mediante la sangre de quienes ayer fueron víctimas del terror en Bogotá".

16 de mayo de 2012 Por:

"El Estado está obligado a actuar con decisión para encontrar a los responsables y hacer valer el imperio de la legalidad por encima de quienes pretenden imponer la oscuridad mediante la sangre de quienes ayer fueron víctimas del terror en Bogotá".

Dos muertos, treinta y nueve personas heridas, destrucción y temor fue el saldo que le quedó a Colombia después del salvaje atentado contra el exministro del Interior y Justicia Fernando Londoño Hoyos. De nuevo, el terrorismo es usado ya sea para acabar con su vida, ya para amedrentar a la Nación, ya para dañar su imagen ante el mundo o para protestar contra la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Ahora no importa cuál es la motivación de los terroristas que de manera cobarde explotaron una bomba con la cual destruyeron el vehículo del doctor Londoño, acabando de paso con una buseta llena de inermes y descuidados pasajeros. Lo que hoy debe reconocerse es que fue un ataque aleve que revivió en los colombianos las imágenes de épocas que parecían superadas. Y que las autoridades deben tomar atenta nota y proceder a actuar como corresponde para devolverle a la sociedad la tranquilidad que pretenden arrebatarle los criminales. No es difícil encontrar quiénes están detrás del atentado al doctor Londoño. Su denuncia contra las Farc, el atentado y las permanentes amenazas de que ha sido objeto llevaron al Comandante de la Policía de Bogotá a señalar a ese grupo como el autor único del acto terrorista. Además, ese es su modus operandi, con el cual han pretendido doblegar la voluntad del país, buscando que se dé paso a una negociación influida por sus demostraciones de barbarie. No olvidar que ayer mismo, horas antes del bombazo contra el automóvil del exministro, las autoridades encontraron y desactivaron un carro lleno de explosivos que iba a ser detonado en la misma Bogotá.De nuevo, la intolerancia se expresa con atentados atroces como el cometido contra una persona que como el doctor Londoño Hoyos se ha caracterizado por decir lo que opina. Igual se dirige mediante amenazas contra dirigentes como la exsenadora Piedad Córdoba o el representante a la Cámara Iván Cepeda. Es decir, la intolerancia vuelve a brotar, tratando de destruir la convivencia. Eso no puede permitirse. El Estado está obligado a actuar con decisión para encontrar a los responsables y hacer valer el imperio de la legalidad por encima de quienes pretenden imponer la oscuridad mediante la sangre de quienes ayer fueron víctimas del terror en Bogotá. Pese al desconcierto que producen hechos como el de ayer, nada puede hacer que la Nación renuncie a su decisión de combatir el terrorismo, venga de donde venga. Son muchas las ocasiones en que los colombianos han expresado su firme voluntad de rechazar el chantaje, la amenaza y la violencia. Por eso, es el momento de mostrar firmeza contra quienes persisten en el terror para tratar de imponer sus intereses, mientras insinúan diálogos que parecen tener eco en algunos sectores empeñados en regresar a las negociaciones sin norte y a las concesiones sin reciprocidades. Hoy, Colombia rechaza unida el atentado del que fue objeto el exministro Fernando Londoño, en el cual murieron dos personas y treinta y nueve más sufrieron heridas. Ese es el mensaje que deben recibir los autores del hecho y la comunidad internacional.

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