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¿Enfermedad mental?

Aunque no todos los expertos, incluida la Organización Mundial de la Salud, estén de acuerdo con tratar la adicción al internet como una enfermedad mental, el debate tiene que hacerse. En especial dentro de las familias que deben aprender a regular el uso de las tecnologías en los menores de edad.

6 de octubre de 2012 Por:

Aunque no todos los expertos, incluida la Organización Mundial de la Salud, estén de acuerdo con tratar la adicción al internet como una enfermedad mental, el debate tiene que hacerse. En especial dentro de las familias que deben aprender a regular el uso de las tecnologías en los menores de edad.

“Desorden mental por el uso de internet”. Así se denominará en la próxima edición del Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales, que es la ‘biblia’ de sicólogos y psiquiatras del mundo, la que ya se considera como la nueva enfermedad del comportamiento humano. La mayor innovación tecnológica en telecomunicaciones, considerada la herramienta más expedita al conocimiento, que ha transformado las relaciones interpersonales y desató la globalización, se ha convertido en una adicción para millones de niños, jóvenes y adultos. La preocupación es de los especialistas en salud mental, pero también de las familias y los Estados, que en los últimos tiempos se han percatado de las consecuencias negativas que pueden tener el internet y en general los celulares, los computadores, las tabletas y los videojuegos, si no se usan con moderación y de manera racional.Sin duda, la culpa de que hoy en países como Alemania, Inglaterra, China, Japón o Australia, el 70% de los casos de consultas sicológicas infantiles y juveniles estén relacionadas con posibles adicciones al internet, no se le puede achacar al avance que han tenido las llamadas tecnologías de la información y la comunicación. Su intención de facilitar la vida de los seres humanos, de permitir el acceso global al conocimiento y de romper fronteras, ha sido sobretodo positiva. Pero los peligros saltan a la vista cuando el hábito de estar ‘conectado’ de forma permanente a las redes empieza a alterar el comportamiento humano y a dominar la voluntad de los usuarios. Un estudio de Common Sense Media revela que los niños menores de 8 años pasan en promedio dos horas diarias conectados al computador, a la televisión y a los videojuegos, y sólo le dedican 29 minutos a la lectura. El índice sube en los jóvenes y adultos, tanto que según investigadores de la Universidad de Harvard entre el 5 y el 10% de los internautas tiene algún grado de adicción a la Web. Es decir que entre 100 y 200 millones de personas padecen “desorden mental por el uso de internet”, presentan síntomas de dependencia, necesitan más para estar satisfechos y sufren de síndrome de abstinencia si no lo tienen. Aunque no todos los expertos, incluida la Organización Mundial de la Salud, estén de acuerdo con tratar la adicción al internet como una enfermedad mental, el debate tiene que hacerse. En especial dentro de las familias que deben aprender a regular el uso de las tecnologías en los menores de edad. Las razones van desde los peligros que acarrea la sobreexposición de la intimidad especialmente en las redes sociales, el acceso a información no apta para todas las edades y la facilidad para exponerse al delito.Los avances en internet y la creación de herramientas cada vez más sofisticadas para acceder a él no tienen y no deben tener reversa. La humanidad y el planeta son hoy diferentes y mejores gracias a ellos. Pero de la racionalidad en el acceso que cada quien ejerza, de darle el mejor uso y de hacer un verdadero control parental en niños y jóvenes, puede depender la salud mental presente y futura de los seres humanos.

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