El pais
SUSCRÍBETE

En sobregiro

"Más que generar pánico, la medición del consumo ambiental de la población mundial invita a la reflexión sobre la capacidad depredadora del ser humano y la urgencia de tener políticas globales y estatales para garantizar la sostenibilidad de los recursos. Dentro de cuatro décadas serán 9.000 millones de personas las que habitarán el Planeta, con la demanda que ello conlleva".

31 de agosto de 2013 Por:

"Más que generar pánico, la medición del consumo ambiental de la población mundial invita a la reflexión sobre la capacidad depredadora del ser humano y la urgencia de tener políticas globales y estatales para garantizar la sostenibilidad de los recursos. Dentro de cuatro décadas serán 9.000 millones de personas las que habitarán el Planeta, con la demanda que ello conlleva".

Al debe, así vive hoy la humanidad frente a los recursos que le brinda el planeta. En los primeros ocho meses del año la población mundial consumió lo que la Tierra debería brindarle durante un año y generó los desechos y el dióxido de carbono que pueden recibir la atmósfera y la naturaleza en un período no inferior a 12 meses. A ese ritmo el sobregiro con el medio ambiente será impagable a la vuelta de unas décadas si no se le hunde el freno a la depredación. Si se pone en cifras, se necesitaría un planeta y medio para satisfacer las necesidades actuales de la gente, y a la vuelta de 40 años con dos no bastaría para atender la demanda de los seres humanos. Así lo indica el reporte anual de la Red Global de la Huella Ecológica, entidad asociada al Fondo Mundial para la Naturaleza, que mide el consumo en cada país de los recursos naturales y servicios que requiere la población como materias primas, comida, combustibles fósiles, así como la emisión de gases, desechos y material contaminante. Ese “presupuesto ambiental”, como lo denomina el informe, se puso en rojo el 20 de agosto pasado y a partir de ese día, se empezaron a gastar las reservas que deberían estar garantizadas para las generaciones futuras. Año tras año el periodo en que se llega a ese sobregiro es más corto: en 1961 se consumían dos terceras partes de los recursos naturales que podían renovarse anualmente, una década después ya se utilizaba el 100% de ellos en los 12 meses y hoy se usa el 150%. Más que generar pánico, la medición del consumo ambiental de la población mundial invita a la reflexión sobre la capacidad depredadora del ser humano y la urgencia de tener políticas globales y estatales para garantizar la sostenibilidad de los recursos. Dentro de cuatro décadas serán 9.000 millones de personas las que habitarán el Planeta, con la demanda que ello conlleva. Hay países que deben hacer un esfuerzo mayor para reducir la deuda ambiental, como Japón que necesitaría hoy siete veces su territorio para satisfacer la demanda de su población, Chile que debería cuadruplicarse, China triplicarse y Estados Unidos duplicarse. El ejemplo para ellos son naciones como Australia, Brasil, Canadá y Suecia donde el consumo no excede la generación de recursos. Un grupo selecto en el que entra Colombia, donde la riqueza medioambiental alcanza para abastecer la demanda de sus 45 millones de habitantes pese a la disminución de sus recursos naturales en las últimas décadas. Tal privilegio significa también la obligación de hacer un desarrollo sostenible, que garantice la conservación y renovación de ese capital único, tarea que le compete principalmente al Estado pero que necesita del compromiso de todos los sectores y de la comunidad en general.El reto para la humanidad es dejar de gastar más de lo que le produce esa gran industria natural que es la Tierra. Las reservas que le quedan se van agotando y de seguir al ritmo actual llegará el día en el que el sobregiro ambiental será impagable. De la conservación del Planeta depende el futuro de su población.

AHORA EN Editorial