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En sobregiro

"El martes pasado, la humanidad entró en sobregiro con el Planeta. En siete meses y 19 días consumió los recursos naturales que deberían alcanzar para todo el año y produjo más desperdicios y gases contaminantes de los que el medio ambiente puede procesar en ese tiempo. Una deuda que cree a diario y será impagable en unas décadas si no se actúa con urgencia".

23 de agosto de 2014 Por:

"El martes pasado, la humanidad entró en sobregiro con el Planeta. En siete meses y 19 días consumió los recursos naturales que deberían alcanzar para todo el año y produjo más desperdicios y gases contaminantes de los que el medio ambiente puede procesar en ese tiempo. Una deuda que cree a diario y será impagable en unas décadas si no se actúa con urgencia".

El martes pasado, la humanidad entró en sobregiro con el Planeta. En siete meses y 19 días consumió los recursos naturales que deberían alcanzar para todo el año y produjo más desperdicios y gases contaminantes de los que el medio ambiente puede procesar en ese tiempo. Una deuda que cree a diario y será impagable en unas décadas si no se actúa con urgencia. Las cuentas indican que hoy se necesita un planeta y medio para satisfacer la demanda de 7.200 millones de habitantes. Es el resultado del reporte anual de la Red Global de la Huella Ecológica, entidad asociada al Fondo Mundial para la Naturaleza, que analiza los recursos ecológicos de cada nación, los servicios que requiere como materias primas, comida, combustibles fósiles, el uso que se les da y el tiempo que demoran en renovarse. El promedio global señala que de seguir el ritmo de consumo, para el 2050 se necesitarán 3 planetas para abastecer a la humanidad. La depredación va en aumento cada año: los primeros estudios realizados en 1961 indicaban que la población utilizaba las dos terceras partes de los recursos naturales que podía recuperar la Tierra en 12 meses; una década más tarde la demanda era del 100% y hace 14 años el ‘presupuesto ecológico’ anual se había gastado al 1 de octubre. Para el 2014 la fecha se adelantó al 19 de agosto, es decir que ya se están usando las reservas de las futuras generaciones. Si se piensa en las 9.000 millones de personas que habitarán el mundo dentro de 30 años, el panorama es desolador. Sin embargo, la medición de la Huella Ecológica debe ser el punto de partida para actuar en beneficio del Planeta y establecer políticas nacionales e internacionales coherentes para garantizar la sostenibilidad de los recursos ambientales.La primera responsabilidad les corresponde a los países. Algunos tendrán que hacer mayores esfuerzos, como en el caso de Emiratos Árabes Unidos que hoy necesita 12,3 veces su territorio para satisfacer la demanda de su gente; o de Japón, que requiere siete ‘Japones’ para atender el consumo de su población. Otros, como Colombia, hacen parte del privilegiado grupo de naciones donde las riquezas ambientales aún alcanzan para abastecerse y se renuevan en el tiempo indicado, pese al deterioro al que se les ha sometido y que ya pasa factura. Estos países tienen un compromiso aún aún mayor si se quiere, porque debe garantizar un desarrollo sostenible para conservar ese invaluable tesoro, tanto para ellos como para el resto de la humanidad. Un deber que si bien necesita de políticas estatales requiere del concurso de todos los sectores públicos y privados, desde lo local y lo regional, así como contar con el empeño de los individuos y de las sociedades.El reto es grande para la población mundial que necesita cubrir ese saldo en rojo que hoy tiene con el Planeta. Y sobre todo, porque debe hacer el máximo esfuerzo para pasar del sobregiro al saldo positivo, lo que es igual a asegurar que los recursos naturales le alcanzan para vivir y es capaz de ahorrar para dejarle la mejor herencia a las generaciones venideras.

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