El pais
SUSCRÍBETE

Empresarios y medio ambiente

Con el mensaje optimista del Fondo Monetario Internacional, FMI, sobre el comportamiento de la economía global para el 2020 y un marcado acento ambientalista comenzó ayer en Davos, Suiza, el Foro Económico Mundial.

21 de enero de 2020 Por: Editorial .

Con el mensaje optimista del Fondo Monetario Internacional, FMI, sobre el comportamiento de la economía global para el 2020 y un marcado acento ambientalista comenzó ayer en Davos, Suiza, el Foro Económico Mundial. Es la cita a la que acuden cada año empresarios, banqueros, estadistas, mandatarios y activistas variopintos para discutir qué está pasando en el orbe, cómo se ve el futuro y qué se puede hacer para mejorarlo.

Este año, cuando se celebra el aniversario 50 del Foro, la reunión ha convocado a 2800 asistentes, entre ellos 53 jefes de Estado y de Gobierno. Bajo el lema de ‘Inclusión para un mundo coherente y sostenible’, se analizarán asuntos que hoy preocupan como el crecimiento económico global y las perspectivas para el comercio, el multilateralismo, el orden geopolítico y la tecnología. Todo ello unido al creciente desafío que significa la crisis ambiental que vive el Planeta.

El comienzo de la reunión lo marcó la declaración optimista del FMI frente al crecimiento económico global, asegurando que será un periodo de menos incertidumbre comparado con el 2019. Si bien bajó las perspectivas entregadas en octubre del año anterior, mantuvo la tendencia de recuperación al alza y ubicó en 3,3% el promedio mundial, cifra que para América Latina será del 1,6%. Colombia, que se espera crezca un 3,8%, es la de mejor expectativa en la región y supera incluso la media internacional, una línea que ha seguido en los años recientes.

La intervención más esperada en el primer día en Davos fue la del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El acuerdo alcanzado con China luego de la guerra comercial declarada entre las dos naciones, el ataque en el que murió el general iraní Qasem Soleimani, y el inicio de su juicio político en el Senado marcaban la jornada. Fiel a su discurso, arremetió contra el “catastrofismo climático”, ignoró el impeachment y se vanaglorió del ‘boom’ económico de su país “como nunca antes había visto el mundo”.

En una cumbre donde la preocupación principal es el deterioro ambiental del planeta, sus repercusiones y la falta de liderazgo político y económico para enfrentar los retos que ello significa, era de esperar que fuera protagonista Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años en quien el mundo parece haber depositado la responsabilidad de la lucha climática. La joven demandó de nuevo acciones para superar la crisis del medio ambiente así como compromiso para garantizar un futuro para su generación y las siguientes. Si la élite reunida en Davos la escucha y atiende sus reclamos, se sabrá al cierre de la Cumbre.

Quienes esperen que en cuatro días el Foro Económico, al que los críticos califican como elitista, improductivo y contradictorio, encuentre las soluciones a los problemas más graves que padece la humanidad, incluido el del medio ambiente, saldrán decepcionados. Lo que no se puede negar es que ese espacio en el que se reúnen los más variados protagonistas del acontecer internacional, es un termómetro para medir la temperatura económica, política y de liderazgo al mundo, y saber hacia dónde apunta su futuro.

AHORA EN Editorial