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El negocio de Sicali

Hace siete años, el entonces alcalde de Cali Apolinar Salcedo comprometió a la ciudad en uno de los peores negocios de su historia al entregar el manejo de sus impuestos a una firma que dieron en llamar Sicali.

4 de marzo de 2012 Por:

Hace siete años, el entonces alcalde de Cali Apolinar Salcedo comprometió a la ciudad en uno de los peores negocios de su historia al entregar el manejo de sus impuestos a una firma que dieron en llamar Sicali.

Hace siete años, el entonces alcalde de Cali Apolinar Salcedo comprometió a la ciudad en uno de los peores negocios de su historia al entregar el manejo de sus impuestos a una firma que dieron en llamar Sicali. Hoy, cinco años después de demandado y demostrados sus perjuicios, el contrato sigue afectando las finanzas municipales sin que el Consejo de Estado decida la apelación a la sentencia del Tribunal Superior que lo declaró nulo. El pasado martes, el Concejo Municipal fue escenario de un debate donde los miembros de la corporación reclamaron claridad sobre el atraso en la actualización del catastro municipal. Allí se pudo saber que esa actualización no se ha realizado conforme a las obligaciones adquiridas por el contratista cuando firmó el negocio polémico. Es decir, y según el Director Jurídico de la Alcaldía, la modernización tecnológica del Catastro, objetivo principal del contrato, no ha sido cumplida. Como consecuencia, el incremento esperado en los impuestos, razón que esgrimió el exalcalde Salcedo para justificar la realización del negocio, no se ha cumplido. Y como se temía entonces, Sicali se ha convertido en el gran obstáculo para el manejo eficiente de las finanzas municipales mientras ha recibido más de noventa y cuatro mil millones de pesos entre el 2005 y el 2011. Además, el Municipio no cuenta con posibilidad de acceder al archivo catastral debido a problemas de desfase entre el tantas veces cuestionado contratista y la Alcaldía.Durante todo este tiempo, el negocio sólo ha producido dificultades que van desde la destitución de Apolinar Salcedo hasta la última demanda, donde Sicali reclama que el Municipio debió entregarle el recaudo de la valorización por el programa de las llamadas Megaobras. Ahora empieza a saberse que la administración del exalcalde Jorge Iván Ospina, quien prometió terminar el contrato, accedió a reformar sus cláusulas para aceptar que sea un tribunal de arbitramento el que resuelva la controversia. Sicali es el reflejo de la época más cuestionada de la Administración Municipal y de las maniobras que se adelantaron a espaldas de la ciudadanía. Ese mismo negocio fue realizado en Barranquilla y la administración de Alejandro Char no dudó un instante en terminarlo. El resultado se vio en el fortalecimiento inmediato de los ingresos fiscales de esa ciudad, producto precisamente de un manejo eficiente y pulcro de la hacienda pública. Mientras tanto, Cali sigue padeciendo las dificultades y los atrasos causados por la mala gestión de un alcalde que fue destituido por ese contrato y la desidia para enfrentar una de las grandes talanqueras para mejorar las finanzas del municipio.¿Por qué no se han tomado decisiones parecidas a las de Barranquilla en la capital del Valle? ¿Cuál es la razón para que se haya demorado tanto la sentencia definitiva del Consejo de Estado sobre un asunto que, sin ninguna duda, le ha causado un enorme daño a la ciudad? Esas preguntas, que fueron realizadas en el Concejo, reflejan con exactitud lo que piensan los caleños acerca del negocio de Sicali.

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