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El Mundo 2013

No todo ha tenido un mal signo. Este año parece indicar una transición hacia la recuperación económica de Europa, tras una larga temporada de persistente crisis que estuvo cerca de acabar con el euro y los esfuerzos de integración de la Unión Europea. Lo mismo ha sucedido con la economía norteamericana, que muestra síntomas de recuperación, con un crecimiento cercano al 2% de su PIB. En América Latina el crecimiento disminuye, pero se mantiene estable, sin la presencia de grandes nubarrones al frente.

23 de diciembre de 2013 Por:

No todo ha tenido un mal signo. Este año parece indicar una transición hacia la recuperación económica de Europa, tras una larga temporada de persistente crisis que estuvo cerca de acabar con el euro y los esfuerzos de integración de la Unión Europea. Lo mismo ha sucedido con la economía norteamericana, que muestra síntomas de recuperación, con un crecimiento cercano al 2% de su PIB. En América Latina el crecimiento disminuye, pero se mantiene estable, sin la presencia de grandes nubarrones al frente.

2013 se despide dejando la estela de destrucción del tifón más grande que haya tocado la Tierra. Se trató del Haiyan, de categoría 5, que golpeó al archipiélago de las Filipinas el 8 de noviembre, dejando 6.009 muertos y 4 millones de desplazados. La tragedia se convirtió en eje de la Conferencia del Clima de la ONU, en Varsovia, donde –como ya es frecuente– no se alcanzaron acuerdos útiles para frenar el cambio climático. Las nieves eternas desaparecen, bloques de hielo del tamaño de un país pequeño se hunden en el océano, las montañas se derriten, las sequías se vuelven cada vez más frecuentes, pero los países más poderosos del planeta se muestran incapaces de adoptar medidas eficaces si es que ellas les tocan aunque sea una porción ínfima de sus presupuestos.Pero, al mismo tiempo se invierten grandes cantidades de recursos en crear avanzados sistemas tecnológicos de escucha global, con los cuales una potencia puede interferir las comunicaciones de cualquier persona en el mundo, incluyendo a los jefes de Estado de países amigos, como lo puso en evidencia el caso del espía Edgar Snowden, lo que le ha traído no pocas contrariedades al gobierno de los Estados Unidos, debilitando el liderazgo mundial de esa gran nación.2013 también será recordado por los esfuerzos de Estados Unidos por convertirse en autosuficiente en materia de recursos petroleros, para evitar su dependencia de los países del Medio Oriente. Al costo de incentivar una mayor emisión de gases de carbono, lo mismo que acelerar la extinción de combustibles fósiles, sin que se haya hecho algún adelanto mayor en el empleo de energías alternativas amigables con el ambiente.No todo ha tenido un mal signo. Este año parece indicar una transición hacia la recuperación económica de Europa, tras una larga temporada de persistente crisis que estuvo cerca de acabar con el euro y los esfuerzos de integración de la Unión Europea. Lo mismo ha sucedido con la economía norteamericana, que muestra síntomas de recuperación, con un crecimiento cercano al 2% de su PIB. En América Latina el crecimiento disminuye, pero se mantiene estable, sin la presencia de grandes nubarrones al frente.Y el terrorismo no cede, pese a notables avances en la lucha contra este flagelo. Atentados en la maratón de Boston, ataques a consulados estadounidenses en Nairobi, bombas en centros comerciales de países del cuerno de África, carros bomba en pueblos de Colombia, y en Pakistán, Afganistán e Irak los pueblos siguen sufriendo por cuenta de aquella violencia atroz.Se fue Mandela, el último de los profetas desarmados, que le entregó al mundo una nueva lección de tolerancia y amor. 2013 fue un poco mejor porque todavía lo tuvo unos cuantos meses con vida, aunque haya sido el año de su partida definitiva. Su ausencia será imposible de llenar.Pero el año nos trajo al Papa Francisco, el primero de Latinoamérica, que se ha empeñado con su ejemplo a volver por los caminos de austeridad y humildad del catolicismo, convirtiéndose en una potencia moral que mejora al mundo.Fue el 2013, agridulce, como lo es la vida.

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