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El futuro del Valle

"El reto es cómo hacer para que quienes hoy son niños y adolescentes estén preparados para lograr el cambio y potenciar el liderazgo de la región. Preocupa qué se está haciendo para que esa población joven que llegará a 800.000 dentro de ocho años, cumpla con sus cometidos en una sociedad con grandes desafíos".

1 de octubre de 2011 Por:

"El reto es cómo hacer para que quienes hoy son niños y adolescentes estén preparados para lograr el cambio y potenciar el liderazgo de la región. Preocupa qué se está haciendo para que esa población joven que llegará a 800.000 dentro de ocho años, cumpla con sus cometidos en una sociedad con grandes desafíos".

En el año 2020 los jóvenes entre 20 y 29 años serán la mayoría de la población en el Valle del Cauca. Entonces, ellos serán la mayor fuerza productiva de la región, tendrán el poder de decisión y en sus manos estará el futuro del Departamento. El reto es cómo hacer para que quienes hoy son niños y adolescentes estén preparados para lograr el cambio y potenciar el liderazgo de la región. Preocupa qué se está haciendo para que esa población joven que llegará a 800.000 dentro de ocho años, cumpla con sus cometidos en una sociedad con grandes desafíos. Si son ellos la posibilidad para forjar un Valle mejor, no es con decisiones asistencialistas como se les preparará para que asuman los retos. Por eso, los esfuerzos deben concentrarse en brindarles las oportunidades para abrirse su camino y construir futuro. Darles acceso a la educación y a una formación de calidad son los primeros retos. El informe del Ministerio de Educación da cuenta de cómo ha decrecido la cobertura en materia educativa de la región en lo últimos tres años. Mientras en el 2008 el acceso al sistema llegaba al 82%, éste bajó al 77% en el 2010, mientras que la deserción escolar alcanzó el 16%. Y las pruebas de estado en las áreas básicas del aprendizaje dejan grandes preocupaciones: un 70% de la instituciones educativas se ubican en los niveles bajo y medio en matemáticas, lenguaje y ciencias, con un promedio de 270 puntos sobre 500. Si a la disminución en la cobertura de la educación básica se le suma la de la educación superior que llega a un 37%, con una deserción del 13% tanto en universidades públicas como privadas, es difícil esperar que los jóvenes del 2020 estén suficientemente preparados para la vida que les espera cuando comiencen su etapa productiva laboral. Así será difícil combatir el desempleo que hoy se ubica en el 15,2%, cuatro puntos por encima del promedio nacional. La generación de empleo a futuro se logrará aumentando la mano de obra calificada, incentivando la inversión privada, con un sector empresarial que crea en el potencial de los jóvenes de la región y con políticas estatales que estimule entre los jóvenes el emprendimiento y la creación de empresa.También hay que preguntar cuál es la sociedad que se está formando, cuando el 80% de los niños entre 12 y 18 años, precisamente quienes conformarán esa población que tendrá entre 20 y 29 años en el 2020, se ha iniciado en el consumo de alcohol y de drogas. O cuando en los últimos seis años se han capturado en Cali 24.000 menores infractores. El Estado y su célula primaria que es la familia están fallando en la formación de niños en la convivencia, que crean en el trabajo y rechacen el enriquecimiento fácil del delito.Si se quiere que esa población sea la del resurgimiento del Valle, que permita tener una sociedad más productiva para derrotar la pobreza y más incluyente para lograr comunidades pacíficas, seguras y respetuosas, hay que actuar con decisión. Es el momento de reforzar hoy las políticas públicas que les aseguren oportunidades reales a ellos y a la sociedad vallecaucana.

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