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Posesión Alejandro Eder como alcalde de Cali
Posesión Alejandro Eder como alcalde de Cali | Foto: BERNARDO PEÑA

Editorial

El futuro de Cali

Hay que recuperar la seguridad, cerrar las brechas sociales, brindar oportunidades, recuperar el Centro, comprometerse con el tren de cercanías, revivir a la capital líder y cívica de Colombia, la capital del Pacífico, la del Suroccidente.

2 de enero de 2024 Por: Editorial

Con un mensaje de reconciliación y de plenas garantías de transparencia durante su administración, ayer se posesionó Alejandro Eder Garcés como nuevo alcalde de Cali. La realidad de la ciudad que recibió podría ser aún peor de lo que se espera y solo se sabrá cuando se tenga acceso a información que hasta ayer le había sido negada a su equipo de empalme.

En el que fue su primer discurso como mandatario de los caleños, luego de hacer el juramento y recibir la banda que lo acredita como tal, Eder hizo énfasis en la fortaleza que representa la diversidad cultural de quienes residen en la ciudad. E hizo un llamado a la unidad, independiente de las posiciones políticas, así como a sanar las heridas y buscar entre todos, un mejor futuro.

No será fácil esa la reconciliación ciudadana, ni tampoco la reconstrucción que con urgencia requiere la capital del Valle. Preocupan las palabras de entrante Mandatario al asegurar que “nuestra Alcaldía recibe una herencia peor de las que nos imaginábamos”. Por ello pidió un corte de cuentas claro, “que consigne la verdad con transparencia”, a la vez que dejó en manos de las autoridades competentes hacer el respectivo juicio de responsabilidades.

Es claro que la pasada administración municipal no solo dejó a Cali endeudada o que las investigaciones de los entes de control evidencian las presuntas irregularidades cometidas en el manejo de lo público. Se cometieron vilezas, como por ejemplo, no dejar asegurados los recursos para los primeros meses de este año de programas vitales como el Plan de Alimentación Escolar, PAE.

Eder habló de “gastos desbordados” y de la caída del recaudo de ingresos tributarios como el 12% que disminuyó el predial en la última vigencia. Eso significa menos dinero para el erario, lo que influirá en la inversión que tanto requiere la ciudad para solucionar aquellos problemas que siguen sin ser resueltos. Lo de Emcali merece capítulo especial por la depreciación que sufrió la empresa y la falta de gestión en diversos frentes. Y ya los caleños conocen la crisis por la que atraviesa Metrocali, que tiene al borde del abismo el funcionamiento del Sistema de Transporte Masivo.

La ciudad que recibe el nuevo Mandatario es compleja y como bien lo dijo, “quizás no logremos enderezar el camino tan rápido como quisiéramos”. Lo importante es que se haga y que cumpla su promesa de “no llegamos a hacer negocios, llegamos a trabajar por los ciudadanos, por ustedes. Suficiente, es suficiente”.

Sí, para Cali fue suficiente de la falta de transparencia, de la ineficiencia en la gestión de lo público, del desorden y en caos en la que quedó sumida en estos cuatro años. Hay que recuperar la seguridad, cerrar las brechas sociales, brindar oportunidades, recuperar el Centro, comprometerse con el tren de cercanías, revivir a la capital líder y cívica de Colombia, la capital del Pacífico, la del Suroccidente.

El plan de la Nueva Administración Municipal está estructurado, ahora hay que ponerlo a andar. Bajo ese propósito se deberá rodear al Mandatario local, apoyarlo y a la vez exigirle, estar vigilantes para que se cumpla lo prometido y se logre que Cali retome su senda y progrese para bien de sus dos millones y medio de habitantes, así por quienes son su futuro.

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