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El Fuero Militar es necesario

"Antes que una prerrogativa para quienes prestan sus servicios en las Fuerzas Armadas y la Policía, el Fuero y la correspondiente Justicia Penal Militar son mecanismos creados para garantizar la transparencia y el correcto accionar de quienes portan las armas para defender la libertad, la vida y la honra de los ciudadanos, así como la seguridad y la vigencia de las instituciones creadas por la Constitución".

15 de septiembre de 2011 Por:

"Antes que una prerrogativa para quienes prestan sus servicios en las Fuerzas Armadas y la Policía, el Fuero y la correspondiente Justicia Penal Militar son mecanismos creados para garantizar la transparencia y el correcto accionar de quienes portan las armas para defender la libertad, la vida y la honra de los ciudadanos, así como la seguridad y la vigencia de las instituciones creadas por la Constitución".

Aunque ha sido una solicitud reiterada y una oferta frecuente de los dirigentes políticos, el Fuero Militar sigue siendo motivo de polémica frecuente y de interpretaciones que no la hacen favor alguno a la democracia colombiana. Por eso es necesario pedir que se tomen decisiones y se definan los procedimientos para evitar el ambiente enrarecido en el cual se desgasta la legitimidad de las instituciones por gracia de discusiones que pueden evitarse si existen normas precisas.Antes que una prerrogativa para quienes prestan sus servicios en las Fuerzas Armadas y la Policía, el Fuero y la correspondiente Justicia Penal Militar son mecanismos creados para garantizar la transparencia y el correcto accionar de quienes portan las armas para defender la libertad, la vida y la honra de los ciudadanos, así como la seguridad y la vigencia de las instituciones creadas por la Constitución. Ese es un principio que rige en las naciones civilizadas como herramienta imprescindible para ofrecerles a los uniformados la garantía de que sus acciones en defensa de la legalidad serán analizadas y juzgadas por quienes conocen su profesión y la manera en que se desempeña. Es pues un mecanismo para crear confianza tanto entre los estamentos militares como entre la ciudadanía en general. Confianza que se debilita cuando, como está sucediendo en Colombia, el Fuero que consagra la Constitución en su artículo 221 es desplazado por consideraciones distintas a la búsqueda de la Justicia. Es decir, cuando los afanes de hacer política empiezan a primar en la opinión pública y cuando jueces sin el suficiente conocimiento de lo que es el ejercicio de la autoridad militar deciden la suerte de quienes actúan como miembros de los cuerpos armados legítimos. Por supuesto, ese Fuero no puede ser usado para evadir la responsabilidad que les corresponde a quienes abusan de sus investiduras, desconocen los Derechos Humanos o cometen delitos comunes. Ni debe significar impunidad para quienes de buena o mala fe cometan errores en el desempeño de la función pública. Estamos hablando de Colombia, un país con difíciles situaciones de orden público que atraviesa por un conflicto reconocido por el propio Presidente de la República. Esas características resaltan la necesidad de tener instituciones transparentes y justas que puedan dictar justicia con conocimiento de causa, o que puedan adelantar los procesos disciplinarios que se requieran para garantizar la transparencia de sus actuaciones. Lo que no debe tomarse como una crítica a la Justicia ordinaria o a la Procuraduría, sino, y muy por el contrario, como el reclamo porque haya una respuesta justa y clara a quienes arriesgan su vida en defensa de la Nación.En ese orden de ideas, el país no puede seguir aplazando las decisiones en materia de Fuero y Justicia Penal Militar. Ya son muchos los años de polémicas y cuestionamientos, de dudas y sospechas que hacen daño. Es el momento para enfrentar el asunto y hacer lo necesario para garantizarles a la Nación y a los militares y policías la aplicación de un instrumento que garantice justicia y transparencia.

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