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El fondo para Buenaventura

Así mismo, la ley crea herramientas para hacer de Buenaventura un distrito productivo y con estabilidad económica, que cree empleo, ofrezca capacitaciones y brinde alternativas a la fuerza laboral, promoviendo el bienestar. Brindarles oportunidades de trabajo y progreso es el principio, además para que las condiciones de seguridad mejoren en el municipio portuario.

30 de noviembre de 2017 Por: Editorial .

La aprobación en el Congreso de la República del proyecto de ley que crea el ‘Fondo para el Desarrollo Integral del Distrito Especial de Buenaventura’ es un paso esperado para el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Gobierno Nacional con el municipio vallecaucano. Ahora le corresponde a la Nación aportar los recursos necesarios para adelantar los proyectos que garanticen el progreso de esa población.

Como lo establece la nueva ley, a la que aún le falta ser conciliada entre las dos cámaras para pasar a sanción presidencial, el objetivo del Fondo será “promover el desarrollo integral del Distrito de Buenaventura, a través de la financiación o inversión de los proyectos que atiendan las necesidades más urgentes del Distrito”. “Con inversiones a 10 años, orientadas a convertirlo en un territorio en el que se garanticen plenamente condiciones de bienestar y progreso en materia social, económica, institucional y ambiental para sus pobladores urbanos y rurales”.

El Fondo es un aporte para superar el atraso, producto del abandono que ha padecido siempre la ciudad puerto más importante sobre el Pacífico colombiano. Y si se cumplen las promesas que desde el gobierno central se adquirieron para resolver un paro cívico de grandes proporciones y consecuencias, implicará tener recursos para solucionar desde lo más básico, como es llevar a toda la población servicios esenciales como agua, luz y alcantarillado, ampliar la cobertura de la educación y garantizar su calidad, así como contar con un modelo de salud que atienda las necesidades de todos los bonaverenses.

Así mismo, la ley crea herramientas para hacer de Buenaventura un distrito productivo y con estabilidad económica, que cree empleo, ofrezca capacitaciones y brinde alternativas a la fuerza laboral, promoviendo el bienestar. Brindarles oportunidades de trabajo y progreso es el principio, además para que las condiciones de seguridad mejoren en el municipio portuario.

El Fondo para el Desarrollo Integral deberá garantizar que así suceda. Pero lo más importante es que se haga todo lo posible para que Buenaventura construya su autonomía económica y consiga su desarrollo sin depender de los subsidios de la Nación o del Departamento. Así nace una oportunidad para generar una economía capaz de originar las alternativas de trabajo y el desarrollo integral que reclama una región olvidada por siglos.

Así debe entenderse en Buenaventura y en el Valle. Atrás deben quedar malas noticias como la que se dio a conocer en la rendición de cuentas de la Contraloría General de la Nación en Cali, donde se revelaron procesos por más de doscientos mil millones de pesos ocasionados por el mal manejo de los recursos provenientes de las regalías y las participaciones nacionales para educación, salud y saneamiento básico.

Adelante debe estar el compromiso de la región y el municipio de procurar el manejo del naciente Fondo con transparencia y efectividad alejada del clientelismo y la corrupción. Lo contrario sería recaer en la trampa del atraso que favorece la corrupción y frustra el futuro de Buenaventura.

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