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El fantasma del Perú

En medio de la compleja política de su país, el presidente peruano Pablo Kuczynski se enfrenta a un dilema que deberá resolver en los próximos días: el indulto a Alberto Fujimori.

8 de octubre de 2017 Por: Editorial .

En medio de la compleja política de su país, el presidente peruano Pablo Kuczynski se enfrenta a un dilema que deberá resolver en los próximos días: el indulto a Alberto Fujimori.

Condenado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y acusado por la forma autocrática como ejerció el poder, Fujimori está encarcelado desde hace diez años y sus partidarios han mantenido una campaña para lograr su excarcelación. A sus 79 años, el exmandatario se encuentra enfermo, pero su huella le ha permitido tener a sus dos hijos en el Congreso, quienes sostienen el legado del ‘Chino’, como es conocido en el Perú.

El escaso margen con el que ganó Kuczynski las elecciones presidenciales, sumado a un congreso en el que las mayorías las tiene el partido que lidera Keiko Fujimori, han sembrado un ambiente hostil para el actual mandatario peruano. La presión del fujimorismo lo tiene bloqueado y le ha torpedeado sus iniciativas políticas y a su equipo de gobierno.

No es difícil adivinar que detrás de toda la presión opositora está el interés en conducir a Kuczynski hacia el indulto. Mientras se habla de un chantaje de Fuerza Popular, el Presidente ha sido percibido como ambiguo al abordar esta posibilidad y parece hacer tiempo para evitar una decisión que si es a favor del indulto le producirá grandes reacciones y si es en contra, la oposición más furibunda.

Es posible que si otorga el indulto logre una paz política en el Congreso que no le ha dado respiro desde su posesión. Aunque eso le permitiría concentrarse en su agenda de gobierno y recuperar el crecimiento económico, su principal promesa, sería un golpe a la confianza del establecimiento que le dio el impulso para ganar las elecciones. “No solo sería una ilegalidad; también una traición a los electores que lo llevamos al poder. No se aplaca a un tigre echándole corderos”, escribió Mario Vargas Llosa.

Pero todo parece indicar que el Presidente está dando los pasos hacia esa decisión. La salida de la ministra de Justicia, opositora al indulto, fue como un guiño a Fuerza Popular. Por su parte, la vicepresidenta y titular del Consejo de Ministros dejó la puerta está abierta: “Es decisión del Presidente hay que respetarla. Ante cualquier persona con un estado de salud delicado no se puede aceptar la crueldad”.

Como ha sido constante en los últimos años, los próximos días prometen ser muy candentes en la política peruana, pues a esta situación se suman los problemas de corrupción que tienen a dos expresidentes en prisión y a otro con orden de búsqueda internacional. Y como si fuera poco este convulsionado panorama, ahora la fiscalía también ha abierto una investigación contra el también exmandatario Alan García y Keiko Fujimori, líder de Fuerza Popular quien aspira a ser nuevamente candidata presidencial.

No parece que la concertación que añora Kuczynski se vaya a recobrar pronto. Por el contrario, cualquier decisión que tome el mandatario, quien no pertenece a la política tradicional, definirá si detrás de una decisión de tipo humanitario se impone el afán por controlar su gobierno.

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