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El Estado de Derecho

"Como todos los ciudadanos, y más quienes tienen la misión de negociar con delincuentes, el antiguo comisionado merece que se crea en su inocencia y sea vencido en juicio, antes que sindicarlo de manera tan rotunda".

14 de febrero de 2012 Por:

"Como todos los ciudadanos, y más quienes tienen la misión de negociar con delincuentes, el antiguo comisionado merece que se crea en su inocencia y sea vencido en juicio, antes que sindicarlo de manera tan rotunda".

Por las implicaciones que tiene y las circunstancias que lo rodean, el proceso que se sigue contra el doctor Luis Carlos Restrepo por la supuesta desmovilización de un frente de las Farc que resultó ser un fraude, es sin duda un gran desafío para la Justicia colombiana. Pero también es un llamado para que se respete su actuación, como corresponde a un Estado de Derecho. El doctor Restrepo es un colombiano de bien, así sus contradictores y los del expresidente Álvaro Uribe Vélez pretendan hacerlo aparecer como un criminal. Los que conocieron su actuación durante siete años como Alto Comisionado de Paz reconocen su entrega en una función quizás la más difícil de todas en el empeño por desactivar la violencia de los grupos paramilitares y las guerrillas. Se trataba de negociar con personajes que encabezaban las organizaciones criminales más tenebrosas, para desarticular las maquinarias de guerra utilizando medios políticos.Esa realidad obliga entonces a considerar sus actuaciones desde una perspectiva más adecuada a las circunstancias en que desempeñó sus funciones, en la cual se tenga presente su responsabilidad política, las características de sus decisiones y los sujetos con los cuales debía relacionarse. Por supuesto, ello no implica que gozara de un fuero especial para evadir la Constitución que el juró acatar y defender cuando asumió su cargo. Como tampoco significa que esté exento de que la Justicia revise sus actos y los juzgue como corresponde a un Estado basado en la ley. También es claro que el excomisionado no estaba libre de cometer errores. Lo que tampoco puede llevar a considerarlo como el cabecilla de una empresa criminal para desfalcar al Estado, para traficar armas o para beneficiar al grupo de facinerosos que participó en la mentirosa desmovilización del bloque ‘Cacica Gaitana’, como lo acusa el Fiscal del caso. Como todos los ciudadanos, y más quienes tienen la misión de negociar con delincuentes, el antiguo comisionado merece que se crea en su inocencia y sea vencido en juicio, antes que sindicarlo de manera tan rotunda. Infortunadamente, el doctor Restrepo no se presentó a la audiencia de imputación, y se dice que está buscando el asilo. Así mismo, un exasesor presidencial califica la acusación como persecución política, llegando a pedir que se desconozca la actuación de la Justicia y reclamando la creación de un tribunal especial para juzgar al excomisionado. Nada más dañino para las instituciones y la democracia que un abogado y exasesor de la Presidencia instigue el desconocimiento de las leyes y de la Justicia.Que se imponga la cordura en el proceso que se le sigue a Luis Carlos Restrepo, se respete la presunción de su inocencia y se le dé a la Justicia la confianza debida en vez de incitar a su desconocimiento. Antes que venganzas políticas o exoneraciones ligeras, Colombia necesita saber la verdad de lo ocurrido, libre de presiones y de apasionamientos como los que han rodeado la investigación. Por eso es necesario que aparezca el doctor Restrepo y que los jueces de la República actúen conforme a la ley y teniendo en cuenta el interés de la Nación.

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