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El aire que respiramos

"Más que un diagnóstico sobre las mediciones de la calidad del aire realizadas en 1.600 ciudades de 91 países, el reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud es la muestra de la desidia con la que aún se percibe la contaminación ambiental, así como la ineficiencia de las políticas a todos los niveles para enfrentar las causas y reducir los efectos de la polución".

10 de mayo de 2014 Por:

"Más que un diagnóstico sobre las mediciones de la calidad del aire realizadas en 1.600 ciudades de 91 países, el reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud es la muestra de la desidia con la que aún se percibe la contaminación ambiental, así como la ineficiencia de las políticas a todos los niveles para enfrentar las causas y reducir los efectos de la polución".

Las imágenes de la gente caminando con tapabocas para protegerse de la polución, como se ha visto en China durante los últimos meses, serán cada vez más frecuentes en el planeta Tierra. Hoy la mitad de la población mundial respira aire contaminado y está expuesta a sus efectos adversos, lo que pone en evidencia un problema de salud pública que demanda acciones y políticas para proteger a la humanidad.Esa es en resumen la conclusión del informe sobre la calidad del aire presentado en días pasados por la Organización Mundial de la Salud, OMS. Más que un diagnóstico sobre las mediciones realizadas en 1.600 ciudades de 91 países, es la muestra de la desidia con la que aún se percibe la contaminación ambiental, así como la ineficiencia de las políticas a todos los niveles para enfrentar las causas y reducir los efectos de la polución.El estudio determina que al menos el 50% de los 7.200 millones de habitantes están expuestos a índices de contaminación aérea que superan en 2,5 veces los estándares recomendados por la OMS, mientras sólo un 12% de los seres humanos respiran aire puro. Este deterioro ambiental se hizo evidente en los últimos 5 años, periodo analizado por los expertos, y se refleja en el incremento de las enfermedades ocasionadas por las micropartículas que se encuentran en el aire, así como en la muerte por esa causa de 3,7 millones de personas en un solo año en el mundo.La polución se alimenta en especial de la combustión de gasolina, diesel y carbón, o sea que el problema está relacionado sobre todo con la falta de controles ambientales al transporte y la producción industrial. En los países en desarrollo es donde más se percibe el deterioro de la calidad del aire, como sucede en Ciudad de México y Lima, las ciudades de América Latina que presentaron los índices más altos de contaminación.Cali salió bien librada al ser la ciudad colombiana con menores índices de polución entre las 10 analizadas, todas las cuales recibieron buena calificación; sin embargo está 19 puntos por encima del resultado obtenido por Salvador de Bahía, en Brasil, la población con el aire más limpio en el Continente. Decisiones como la de tener un sistema de transporte masivo, sacar de circulación los viejos buses y un control constante en las zonas industriales han ayudado a que en estos cinco años mejore la calidad del aire que respiran los caleños.No obstante esos resultados en la capital vallecaucana, la labor de las entidades ambientales requiere de más esfuerzos para ampliar la red de estaciones de monitoreo y para que se ejerza una mayor autoridad en el cumplimiento de las políticas públicas ambientales. Como también es esencial que se desarrollen programas de educación para que los caleños tomen conciencia del riesgo que significa la polución para su calidad de vida, y aprendan a cumplir su responsabilidad en la preservación del aire limpio. De ello depende la buena salud de los 2,4 millones de habitantes de Cali que se verán menos expuestos a las enfermedades respiratorias, coronarias y cerebrovasculares ocasionadas por la contaminación.

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