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Detener la locura

"Cuando se llega a ese punto, en el que la irracionalidad y la barbarie se imponen sobre las leyes de la guerra, la historia enseña que la comunidad internacional tiene el derecho e incluso el deber de intervenir, para detener la sangría y tratar de tramitar las diferencias por medios civilizados".

28 de julio de 2014 Por:

"Cuando se llega a ese punto, en el que la irracionalidad y la barbarie se imponen sobre las leyes de la guerra, la historia enseña que la comunidad internacional tiene el derecho e incluso el deber de intervenir, para detener la sangría y tratar de tramitar las diferencias por medios civilizados".

Desde el 8 de julio pasado, Israel lanzó la operación ‘Margen protector’, con ataques dirigidos a alcanzar militantes, armamento e instalaciones de Hamas en Gaza. Lo que siguió fueron días de un intenso disparo de cohetes contra la población israelí, que desencadenaron la ofensiva terrestre que ha multiplicado la tragedia en la franja poblada de palestinos.Así, lo que comenzó con un crimen atroz, el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes por palestinos, a lo que siguió otro crimen brutal, quemar vivo a un adolescente palestino, es hoy causa de una violencia enorme y al parecer insoluble. Entonces, el escalamiento del conflicto adquirió las características de odio racial, mientras el Gobierno de Israel se hunde en el lodazal de una invasión en la cual tiene que disparar contra cualquier objetivo que considere legítimo, desencadenando el martirio del pueblo palestino y la condena a sus acciones. Y en la otra parte, Hamas aplica la lógica del terrorismo: gana con la muerte de los palestinos porque los convierte en sus héroes, y con la muerte de soldados y civiles israelitas, porque las cobra como sus triunfos. Por lo tanto no hay posibilidades cercanas de solución.Cuando se llega a este punto, en el que la irracionalidad y la barbarie se imponen sobre las leyes de la guerra, la historia enseña que la comunidad internacional tiene el derecho e incluso el deber de intervenir, para detener la sangría y tratar de tramitar las diferencias por medios civilizados.Entre otras razones porque el radicalismo comienza a hacer de las suyas más allá de los campos de batalla. Movimientos antisemitas han comenzado a manifestarse en varios países de Europa, sirviéndose de los hechos ocurridos en Gaza para justificar el Holocausto producido por los nazis. Y ya ocurrieron incidentes con comerciantes judíos en varias ciudades del viejo continente.Y en Israel hay manifestaciones en contra de lo sucedido. Ya hay un grupo, ‘Rompiendo el silencio’, integrado por exsoldados israelíes decepcionados. De acuerdo con la BBC, Eran Efrati es un exsoldado de 29 años que se ha opuesto a la campaña que él llama “masacre”: “Hay un asedio en Gaza de más de diez años y una ocupación de más de 65 años, estamos oprimiendo a seres humanos y por supuesto debemos esperar resistencia”.Y al otro lado está la rabiosa actitud de Hamas, que siguen lanzando misiles contra poblaciones israelíes, lo que aumenta el odio allende sus fronteras y aviva la reacción militar. Hasta el papa Francisco lanzó una súplica al enterarse que una escuela de la ONU fue destruida por proyectiles israelíes cuando se encontraba llena de niños palestinos. “Por favor, paren la matanza y la guerra” pidió el Papa, sin mencionar a nadie en particular pero refiriéndose al conflicto palestino-israelí.Parece entonces que llegó la hora de intervenir para detener la locura. Que Hamas deje el terrorismo e Israel suspenda la construcción de asentamientos en tierras palestinas. Y que, si es del caso, la comunidad internacional utilice la fuerza para que cese el horror que viven los habitantes de Gaza y dos pueblos llamados a convivir eternamente.

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