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De nuevo, diálogos

Así, el Presidente reconoce que está haciendo uso de la llave de la paz desde hace algún tiempo. Se abren entonces las puertas que llevan a un camino ya transitado por la Nación, que le ha dejado pésimas experiencias, Pese a ello sería absurdo descartar la posibilidad de buscar una negociación. Pero no aquella que se dilata sin límites y siempre es usada por las Farc para su fortalecimiento.

28 de agosto de 2012 Por:

Así, el Presidente reconoce que está haciendo uso de la llave de la paz desde hace algún tiempo. Se abren entonces las puertas que llevan a un camino ya transitado por la Nación, que le ha dejado pésimas experiencias, Pese a ello sería absurdo descartar la posibilidad de buscar una negociación. Pero no aquella que se dilata sin límites y siempre es usada por las Farc para su fortalecimiento.

El país amaneció ayer lleno de noticias sobre acuerdos entre el Gobierno Nacional y las Farc para entablar negociaciones en Oslo tendientes a adelantar un proceso de paz, a partir del próximo mes de octubre. Ante lo que parece ser un hecho, y salvo una rectificación de los supuestos participantes en el proceso, los colombianos deberán estar atentos a lo que ocurra en adelante.No es un secreto que el presidente Juan Manuel Santos tiene interés en una negociación que le encuentre una salida incruenta a un conflicto que lleva ya seis décadas derramando sangre en Colombia. Lo que no ha implicado que se detengan los esfuerzos de la Fuerza Pública en el combate a la violencia y el crimen, demostrado en los éxitos logrados, pese a la escalada de hechos terroristas aislados, aunque dañinos y mortales que usan las Farc para tratar de mantener un falsa imagen de fortaleza.Ahora se conoce a través de algunos medios de comunicación que las conversaciones se iniciaron hace ya un tiempo y que en la Habana se ha firmado un documento para establecer un diálogo formal en Oslo, bajo la colaboración de los gobiernos de Cuba y Noruega. Se sabe también que varios miembros y delegados del Gobierno han adelantado los contactos, en los cuales parece tener un gran protagonismo el presidente de Venezuela, el coronel Hugo Chávez. Anoche, el presidente Santos confirmó una noticia que no es tan sorpresiva como en principio parece. De tiempo atrás se ha especulado sobre encuentros con carácter exploratorio iniciados hace varios meses. Hoy, por las revelaciones periodísticas, se sabe que estas conversaciones se desarrollarán fuera del país y tendrán un plazo en el cual las partes decidirán si hay o no la posibilidad de negociar un proceso de paz. De acuerdo con el Primer Mandatario, se realizarán bajo tres principios: no habrá cese de la presencia y la actividad militar, no se repetirán los errores del pasado, y si hay negociación será exclusivamente para terminar la violencia.Así, el Presidente reconoce que está haciendo uso de la llave de la paz desde hace algún tiempo. Se abren entonces las puertas que llevan a un camino ya transitado por la Nación, que le ha dejado pésimas experiencias, Pese a ello sería absurdo descartar la posibilidad de buscar una negociación. Pero no aquella que se dilata sin límites y siempre es usada por las Farc para su fortalecimiento. Ni la que le crea al Estado compromisos distintos a la obligación de defender a la Nación del terrorismo y la salvaje destrucción de la vida y la libertad, acciones con las cuales la guerrilla ha pretendido conseguir prebendas y ventajas.Con el escepticismo que crearon los procesos fracasados y el costo que le han significado en términos de vidas y de progreso, Colombia estará atenta a los desarrollos de las conversaciones en Oslo. El Gobierno por su parte deberá estar al tanto de lo que piensan los colombianos, para no asumir compromisos que desconozcan la voluntad nacional. Sin duda, la paz es una necesidad y su búsqueda es un deber. Pero no a cualquier costo.

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