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¿De aliado a enemigo?

Por eso parece necesario pedirle al presidente Santos que por un momento rompa su silencio y les aclare a venezolanos y colombianos cuál es el verdadero estado de las relaciones entre los dos gobiernos. Con ello podremos saber todos si nuestro país pasó de ser el mejor amigo y aliado de Hugo Chávez al peor de los enemigos de sus sucesores.

13 de junio de 2013 Por:

Por eso parece necesario pedirle al presidente Santos que por un momento rompa su silencio y les aclare a venezolanos y colombianos cuál es el verdadero estado de las relaciones entre los dos gobiernos. Con ello podremos saber todos si nuestro país pasó de ser el mejor amigo y aliado de Hugo Chávez al peor de los enemigos de sus sucesores.

Hasta hace poco, Colombia y su Gobierno eran aliados del gobierno de Venezuela. Hoy parece ser la causa de sus angustias y uno de los argumentos preferidos cuando busca a quién echarle la culpa de sus problemas o la manera de desviar la atención sobre su errático comportamiento en la conducción de la patria del libertador Simón Bolívar. El escándalo estalló cuando el presidente Juan Manuel Santos recibió al Gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles. Qué no se dijo entonces y cuántos insultos de parte de presidente Nicolás Maduro y sus demás voceros recibió el mandatario colombiano por un gesto que si bien pudo incomodar a algunos es decisión que debe ser respetada. En su momento, y a pesar de haber sido vinculado a una conspiración para envenenar a su colega y vecino, Santos dijo que todo se trataría por los canales diplomáticos. Ayer, la canciller María Ángela Holguín rompió el recato que obliga esa decisión y contó que el gobernante venezolano conoció con anterioridad la reunión. Luego, cuando se le agotaron los calificativos, el régimen de Maduro echó mano del gastado discurso de los grupos paramilitares fletados en Colombia y llevados a la vecindad para atentar contra el mandatario venezolano. De nuevo los insultos y las sospechas, las declaraciones altisonantes y las amenazas que incluyen el proceso de diálogo con las Farc del cual es facilitador el país vecino por decisión del desaparecido Hugo Chávez. Y de nuevo el silencio de Colombia, en este caso recurso explicable para responder los despropósitos. Faltó la perla, arrojada esta vez por un exvicepresidente, excanciller y consejero político del régimen bolivariano que funge de periodista. Según José Vicente Rangel, la oposición de su país trama una conspiración monstruosa para atacar al gobierno, comprando 18 aviones de combate que serán lanzados desde Colombia. No sería raro que sus fuente le contaran el nexo entre los compradores de las aeronaves y las autoridades nacionales, lo que de por sí causaría un incidente internacional de proporciones incalculables, dada la importancia del sagaz periodista.Por último, Nicolás Maduro llamó a consultas al Consejo de Estado de Venezuela para analizar las relaciones con nuestro país, no sin antes acusar a los colombianos del contrabando que se produce en la frontera común. Es decir, nuestra Nación y su gobierno serán objeto de un juicio que de seguro incluirá un recorderis sobre el papel que cumple el vecino en el diálogo con las Farc, organización cómodamente instalada en territorio venezolano y sin que Colombia diga algo. Todo parecería un sainete de mal gusto, de no ser por las consecuencias que puede tener para la tranquilidad de los dos países. Por eso parece necesario pedirle al presidente Santos que por un momento rompa su silencio y les aclare a venezolanos y colombianos cuál es el verdadero estado de las relaciones entre los dos gobiernos. Con ello podremos saber todos si nuestro país pasó de ser el mejor amigo y aliado de Hugo Chávez al peor de los enemigos de sus sucesores.

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