El pais
SUSCRÍBETE

Continuidad en Brasil

2 de noviembre de 2010 Por:

Continuidad en Brasil

Como lo señalaban las encuestas, la candidata Dilma Roussef derrotó al socialdemócrata José Serra en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del Brasil, con lo que la continuidad del gobierno de Lula parece asegurada.Más allá de las discusiones sobre el balance de poder en América Latina con la permanencia de un gobierno de centro-izquierda en la democracia más grande del sub-continente, este resultado interesa al mundo entero, por lo que el Brasil significa y la realidad que vive. Se trata del quinto país más poblado del globo luego de China, India, Estados Unidos e Indonesia. De la economía que más rápidamente salió de la recesión mundial, con unas expectativas de crecimiento en este año similares a las de China. Del mayor exportador mundial de zumo de naranja, azúcar, pollo, café y carne de res, y el segundo de soya.Pero además es una especie de ‘nuevo rico’ en materia de hidrocarburos, gracias al hallazgo de enormes reservas en el Atlántico brasilero, lo que le garantiza la autosuficiencia petrolera, que tal vez lo convertirá en una de las potencias entre las naciones exportadoras de combustibles. Sumado a esto sus 50 millones de hectáreas cultivadas y al potencial de 300 millones más cultivables, más que ninguna otra nación, se entiende porque todos los países han seguido con atención el desarrollo de la campaña electoral brasilera y sus medios destacan hoy el triunfo de la economista Roussef.El avance brasilero ha sido espectacular en los últimos años, no sólo en indicadores macroeconómicos, sino también en conquistas sociales. Nadie discute las bondades del programa “Hambre Cero” ni el éxito en vincular 19 millones de nuevos trabajadores al mercado laboral. Tampoco la prudente orientación de su política internacional, alejada de extremismos y pragmática en la comprensión de las realidades económicas universales. Brasil ha preferido la adaptación antes que la confrontación.Sin duda estos éxitos, que lo son del presidente saliente ayudan a explicar también el triunfo de Dilma Roussef, a quien Lula apoyó vigorosamente. Pero no hay que olvidar por eso la propia preparación de la nueva Presidente, experta en un área estratégica como la energética y además vinculada personalmente a la lucha contra las dictaduras y el autoritarismo. Ella tendrá lo suyo que decir en campos tan claves como el manejo de la próspera economía del Brasil y el mantenimiento de la democracia.También se trata de la séptima mujer elegida para el más alto cargo nacional en América Latina, con lo que el subcontinente está dando muestra de que se encuentra en la avanzada con respecto a la superación de las desigualdades de género. Y tendrá que hacer frente a dos desafíos para los que la mujer parece estar bien preparada: mejorar la calidad de la educación, uno de los temas pendientes del gobierno de Lula, y detener la depredación de la Amazonía, un asunto también pendiente y que hizo tambalear, en algún momento, el favoritismo de la candidata del Partido de los Trabajadores.Sin duda América Latina le desea la mejor de las suertes a la nueva Presidenta. A todos nos irá bien si a ella le va bien.

AHORA EN Editorial