El pais
SUSCRÍBETE

Confianza en la economía

"¿Acaso el país está dispuesto a sacrificar ese crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la miseria, y la inversión que se ubica en el 28,4% como porcentaje del PIB en el último año, en aras de la disputa partidista?"

8 de enero de 2014 Por:

"¿Acaso el país está dispuesto a sacrificar ese crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la miseria, y la inversión que se ubica en el 28,4% como porcentaje del PIB en el último año, en aras de la disputa partidista?"

Los resultados positivos de la economía colombiana no se pueden desconocer, como tampoco el impacto que han tenido en la reducción del empleo, en el aumento de los ingresos familiares y por consiguiente en la disminución de la pobreza. Para muchos podrían ser mejores, pero es innegable que el país va avanzando por un buen camino que ahora debe preocuparse por mantener.En el último trimestre del 2013 el crecimiento de la economía se situó en el 5,1%, el más alto de la región, mientras la inflación anual fue del 1,94%, lo que la ubica en la más baja de los últimos 50 años. A ello se suma la creación de 2,6 millones de puestos de trabajo desde el 2010, según los datos del Gobierno Nacional, un aumento de 7,6% del empleo formal, a la vez que la informalidad se redujo en 2,3%. Son cifras positivas que fortalecen la confianza en el país y posibilita que llegue más inversión. Este buen desempeño le ha permitido al país mejorar los ingresos de los hogares colombianos, reducir sus índices de pobreza en 4,5% y llevar las cifras de miseria, es decir el número de personas que viven con menos de un dólar al día, a un solo dígito: 9,7%. Hoy hay más colombianos que devengan un salario mínimo y tienen el poder adquisitivo para comprar los productos de la canasta básica, lo cual significa una mayor estabilidad social.La dinámica que ha mantenido la economía nacional en el último año se debe resaltar. Sigue siendo notoria pese a la caída en los precios de las materias primas o comodities, pero se ha fortalecido con el repunte de sectores como el de la construcción, el cafetero y el del petróleo y sus derivados. Todos estos factores hacen que el mundo vea hoy a Colombia como un país con posibilidades, que se destaca en el concierto internacional.Sin embargo hay que tener cuidado y mantener las razones de esa confianza; hay por ello que seguir demostrando que se cree en la libre empresa, se respeta la iniciativa privada y se brindan los incentivos necesarios para atraer más capitales que permanezcan en el tiempo. Los resultados del 2013 y las expectativas para el 2014, que prevén un crecimiento del 4,5% para este año, permiten visualizar un futuro aún más esperanzador.Por eso la pregunta obligada es si después de construir esa confianza, que se ha ganado con gran esfuerzo en la última década, se va a permitir que se destruya por razones políticas, como las aspiraciones electorales. ¿Acaso el país está dispuesto a sacrificar ese crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la miseria, y la inversión que se ubica en el 28,4% como porcentaje del PIB en el último año, en aras de la disputa partidista? Colombia no puede darse ese lujo. Se debe crear un acuerdo para mantener los índices de crecimiento que se han logrado, sin que ello signifique implantar el absolutismo. Se debe anteponer la economía que ofrece mejores oportunidades, a la que es guiada por intereses egoístas que desconocen el bien común.

AHORA EN Editorial