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Claridad oportuna

De otra parte, y según De la Calle, de lo que se trata es de abrir un debate democrático sobre la forma en que se realizarán las reformas requeridas para aplicar la justicia, asegurar el fin del conflicto y ofrecer garantías efectivas para el reintegro de las Farc a la sociedad.

19 de agosto de 2015 Por:

De otra parte, y según De la Calle, de lo que se trata es de abrir un debate democrático sobre la forma en que se realizarán las reformas requeridas para aplicar la justicia, asegurar el fin del conflicto y ofrecer garantías efectivas para el reintegro de las Farc a la sociedad.

Argumentando que es necesario anticiparse a la llegada de un posible acuerdo final con las Farc, el jefe de la delegación oficial en la mesa de La Habana hizo precisión sobre las declaraciones presidenciales que plantearon la creación de un congresito para realizar los cambios constitucionales y legales que sean necesarios.Humberto De la Calle distinguió en forma clara los mecanismos de refrendación a los cuales se comprometieron el Gobierno y la guerrilla en el acuerdo que dio origen a los diálogos en Cuba, de las reformas que sean necesarias para desarrollar los resultados de la negociación en caso de que se llegue a un acuerdo definitivo. Y si bien el punto no ha sido tocado aún en la mesa de conversaciones, ello no significa que haya sido descartado. De otra parte, y según De la Calle, de lo que se trata es de abrir un debate democrático sobre la forma en que se realizarán las reformas requeridas para aplicar la justicia, asegurar el fin del conflicto y ofrecer garantías efectivas para el reintegro de las Farc a la sociedad. En ese propósito, el delegado presidencial hizo énfasis en la necesidad de adelantarse a los acontecimientos y definir la vía en que se adoptarán las reformas constitucionales y legales que se soliciten, reconociendo que tales reformas pueden ser adoptadas incluso por el Congreso de la República, sin necesidad de crear otra figura jurídica.Las aclaraciones son oportunas. Reconociendo el interés y la intención del presidente Juan Manuel Santos de abrir el espacio para la discusión sobre la forma en que debe actuarse, no es menos cierto que ello creó un debate sobre la conveniencia de idear figuras jurídicas no del todo claras que parecían desprenderse de los diálogos. Apreciación que ha sido explicada por el propio Humberto De la Calle como el llamado a que los colombianos expresen su opinión. Más aún cuando el país cuenta con instituciones suficientes para adoptar las reformas que se requieran para desarrollar lo acordado en la negociación con las Farc.Las palabras de De la Calle aclaran en gran parte la polémica sobre el cómo se realizarán los cambios. Pero debería ser la oportunidad para empezar a hablar sobre el qué se va a modificar en la Constitución y en las leyes. En últimas, ese contenido será el que defina las reformas que deben adoptarse. Por lo tanto, es bueno actuar con cautela, para evitar que quede sin uso, como ha ocurrido con la llamada Ley Marco para la Paz.Allí está la verdadera sustancia del proceso que se lleva a cabo en Cuba para alcanzar el fin del conflicto. Si bien es necesario guardar la confidencialidad para proteger la negociación, llega un momento en el cual el Legislativo que debe aprobar los mecanismos para dar vida a los acuerdos debe conocer en su integridad el contenido de lo convenido. Eso es lo más democrático, puesto que intervienen quienes tienen un mandato popular, además de que con ello se ponen en acción todos los poderes públicos, al tener que pasar por la revisión sobre la legalidad de lo acordado en la Corte Constitucional.

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