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Cali: confianza y progreso

"Es la necesaria unión entre los caleños y sus autoridades para poder realizar los propósitos comunes, aquellos que se traducen en una mejor calidad de vida para todos y en una ciudad más organizada".

30 de junio de 2013 Por:

"Es la necesaria unión entre los caleños y sus autoridades para poder realizar los propósitos comunes, aquellos que se traducen en una mejor calidad de vida para todos y en una ciudad más organizada".

Durante el acto en el cual se devolvió a Cali el control sobre sus Empresas Municipales, el presidente Juan Manuel Santos se refirió de manera contundente al resurgimiento de la ciudad y su capacidad para gestionar sus asuntos públicos. Son razones para volver a creer que los caleños sí podemos orientar nuestro destino y ponernos de acuerdo para superar las dificultades que aún padecemos como comunidad.“Cali está cambiando hacia lo positivo y eso se nota. Cali vuelve a ser la ciudad cívica. Me enorgullece”, fueron algunas de las expresiones del Primer Mandatario para referirse al momento que vive la capital vallecaucana. Con lo cual resumió el espíritu que se ha hecho presente a raíz de eventos como la Cumbre de la Alianza del Pacífico, realizado con lujo de detalles aquí. También, como producto de la entrega de importantes obras de infraestructura financiadas con recursos de valorización, con las cuales se está cumpliendo el propósito de vencer el atraso acumulado por más de una década de confusión.Pero los retos en los cuales está comprometida la ciudad aún no terminan. La seguridad, la obligación de impulsar la cultura ciudadana y la necesidad de enfrentar desafíos como el desempleo del 15,6% de la población económicamente activa, necesitan del compromiso de toda la ciudadanía. Por supuesto, la gestión y el liderazgo de las autoridades municipales deben seguir siendo los orientadores de ese progreso y del optimismo que ha vuelto a aparecer. Pero se requiere en primer lugar el respaldo de la ciudadanía, expresado en el pago de los impuestos para tener instituciones con capacidad para enfrentar los retos de una urbe compuesta por más de dos millones de habitantes.En ese propósito es imprescindible el regreso de la confianza en la gestión pública, lo que parece asomarse ya en encuestas publicadas en los últimos días. Es la necesaria unión entre los caleños y sus autoridades para poder realizar los propósitos comunes, aquellos que se traducen en una mejor calidad de vida para todos y en una ciudad más organizada. Ese es requisito indispensable para romper el círculo vicioso de la violencia originada en la intolerancia y el abuso de las libertades, que se expresa en actos de vandalismo o en índices lamentables de homicidios.También es necesario entender que hay que cuidar y apropiarse de iniciativas como el Sistema de Transporte Masivo que son ante todo bienes públicos construidos para transformar la ciudad y ponerla al servicio de quienes viven en ella. Sin duda, el MÍO ha cambiado para bien la comunicación de la ciudad, elevando su calidad. Y aún tiene dificultades que resolver y obras por realizar para llegar a los niveles de eficiencia que se esperan. Pero su progreso es innegable y hoy es una realidad que se expresa en el creciente número de sus usuarios.En su alocución del pasado 25 de junio, el presidente Santos dijo: “No me cabe la menor duda de que Cali está resurgiendo”. Esa misma idea debe imponerse en la mente de los caleños impulsada por los logros palpables que hoy tenemos a la vista. Es la confianza que se requiere para volver a ser la ciudad progresista y con fe en el futuro que todos debemos construir y proteger.

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