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Cae el telón

"Con las atribuciones que el presidente Nicolás Maduro le entregó a su Ministro de Defensa, los militares de Venezuela acaban de perfeccionar la toma del poder que durante 17 años han ejercido detrás de la escena".

14 de julio de 2016 Por:

"Con las atribuciones que el presidente Nicolás Maduro le entregó a su Ministro de Defensa, los militares de Venezuela acaban de perfeccionar la toma del poder que durante 17 años han ejercido detrás de la escena".

Con las atribuciones que el presidente Nicolás Maduro le entregó a su Ministro de Defensa, los militares de Venezuela acaban de perfeccionar la toma del poder que durante 17 años han ejercido detrás de la escena. Aunque no se sabe si es un intento por detener el derrumbe y la confrontación, o por dar el último paso para implantar el comunismo, lo cierto es que la democracia desapareció de la patria de Simón Bolívar. En el discurso que pronunció durante la grandilocuente parada militar del día de la Independencia, donde la austeridad brilló por su ausencia, Maduro dijo que “el poder militar debe seguir incrementándose para la independencia, para proteger al pueblo y la patria”. Fue el anuncio de lo que concretó el pasado lunes, la entrega de la economía y la sumisión de todos sus ministros a los dictados del jefe de las Fuerzas Armadas de la República Bolivariana de Venezuela.A partir de ahora, los militares encabezados por su comandante en jefe, el general Vladimir Padrino, tendrán el control de los puertos, de las fronteras, de la producción, distribución y venta de los alimentos, de las drogas, de los artículos de primera necesidad. Además, fijará las normas y los procedimientos para financiar las industrias y vigilar el cumplimiento de sus obligaciones. Antes, les habían entregado el manejo y control de los puertos, aeropuertos y fronteras; tenían el 30% del gabinete presidencial y el 70% de las gobernaciones y les habían autorizado la creación de una empresa paralela a la petrolera Pdvsa. Por supuesto, su ingreso salarial es el más protegido, y como institución reciben el 40% del presupuesto oficial. Sin embargo, es un secreto a voces la contaminación del narcotráfico y la corrupción, lo que lleva a sus efectivos a cobrar peajes en la frontera o a involucrarse con organizaciones criminales. Esa conducta, rechazada por sectores crecientes de las Fuerzas Armadas, es producto del poder del cual han disfrutado desde la llegada de Hugo Chávez.El Gobierno, encabezado ya por el general Padrino, declaró que “son mecanismos para impactar positivamente el modelo productivo, para sostener la producción”. Lo que está claro, es que los militares asumirán tareas que no son propias de su formación ni están dentro de los objetivos de su institución. Salvo, claro está, que sea una dictadura militar, y que se pretenda dar el golpe final contra la libertad de empresa, el paso anterior al sometimiento de la población mediante la escasez que maneja a discreción el binomio gobierno-fuerzas armadas para someter al pueblo.Esa es la realidad que padece el vecino. Hace unos días, las mujeres del Táchira se rebelaron y atravesaron el puente que une a Cúcuta con el Estado Táchira para comprar alimentos y drogas que no consiguen en su país. Además, en Venezuela se producen cinco protestas diarias contra la falta de alimentos. Por eso, al régimen chavista le tocó correr el velo que cubre la bota militar.Esa es la respuesta a la exigencia de realizar este año un referendo revocatorio que le devuelva la libertad y la democracia a Venezuela.

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