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Arrecia la pandemia

, Cali reporta de nuevo casi mil casos al día, entre nueve y diez muertes por covid y una ocupación del 88,1% en las UCI, con clínicas que ya están al 100% de su capacidad. Mientras ello ocurre, llama la atención que el 70% de los caleños mayores de 70 años estén renuentes a aplicarse las vacunas

14 de abril de 2021 Por: Editorial .

Mientras el número de contagios por Covid-19 sigue creciendo en Cali, la ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos alcanza niveles críticos. Es el tercer pico de la pandemia que ya llegó a la capital del Valle y que obliga a tomar medidas más drásticas, que podrían incluir un confinamiento estricto para evitar que la propagación del virus desborde la capacidad de respuesta de la ciudad.

Lo que está sucediendo hoy se veía venir y su explicación está en los comportamientos de siempre: disposiciones que no se acatan y relajamiento ciudadano. Fue lo que se vio el fin de semana anterior cuando, pese al toque de queda y al llamado a un aislamiento voluntario, las autoridades intervinieron fiestas con 200 y más personas y encontraron la reticencia de algunos establecimientos de diversión a cumplir las normas expedidas para proteger a toda la sociedad.

Esta nueva escalada de contagios es consecuencia también de desconocer las medidas de protección durante la Semana Santa. Muchos de los viajeros que se desplazaron dentro del Valle o hicieron turismo en otros lugares de Colombia y del mundo, regresaron portando el virus. En su mayoría son personas jóvenes que pueden ser asintomáticas y propagan el contagio sin darse cuenta.

Por ello, Cali reporta de nuevo casi mil casos al día, entre nueve y diez muertes por covid y una ocupación del 88,1% en las UCI, con clínicas que ya están al 100% de su capacidad. Mientras ello ocurre, llama la atención que el 70% de los caleños mayores de 70 años estén renuentes a aplicarse las vacunas con las cuales se espera inmunizar a la mayor parte de la población.

Así como está la situación en la capital del Valle, este tercer pico de la pandemia podría traer un nuevo impacto social y económico para la ciudad y la Nación, además de las consecuencias para la salud pública. Si se llega al extremo de decretar un nuevo aislamiento, ello se traducirá en aumento del desempleo que alcanza ya el 19,3% en Cali y una caída del Producto Interno Bruto superior al 6,8% registrado hasta ahora.

Por ello hay que insistir en el llamado a la responsabilidad que le corresponde a cada caleño. La experiencia dice que si se acatan las disposiciones es factible frenar el avance del virus y restablecer las actividades de la economía para evitar una crisis más grave a la que ya se ha producido. Pero si la indisciplina continúa y no hay colaboración ciudadana, regresarán las drásticas medidas y la cuarentena obligatoria, empezando por el cierre total.

Cuando ya hay una luz para salir de este túnel del Covid-19, hay que reiterar la necesidad de asumir un compromiso individual y como sociedad. Si bien la velocidad de la vacunación en Colombia no avanza como se quisiera y aún falta para conseguir la inmunidad colectiva, hay progresos innegables.

Por ello, hay que hacer un nuevo esfuerzo para detener el avance de los contagios, darle un respiro al sistema de salud, permitir que la economía se recupere y, por sobre todo defender la vida humana. Para ello es necesario reconocer que la solución es asunto de todos y cada uno de los caleños.

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