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Apuesta por el empleo

"En la 'ley del primer empleo' están consignados tanto el ánimo de buscar soluciones nacionales a los problemas como la voluntad de enfrentar la crisis crónica del empleo en Colombia".

22 de febrero de 2011 Por:

"En la 'ley del primer empleo' están consignados tanto el ánimo de buscar soluciones nacionales a los problemas como la voluntad de enfrentar la crisis crónica del empleo en Colombia".

Pensando en la necesidad de formalizar el empleo y aumentarlo para jóvenes menores de 28 años, para mujeres mayores de 40 años de edad, discapacitados, desplazados y reinsertados, el próximo 1 de marzo se iniciará la vigencia de la denominada ‘ley del primer empleo’. Una ambiciosa iniciativa, llamada a superar el escepticismo y cambiar la cultura de la informalidad que desde siempre ha influido en la calidad del empleo, el ingreso de los trabajadores y los recaudos del Estado.La ley 1429 de 2010 fue una de las iniciativas presentadas por el gobierno de Juan Manuel Santos que recibió el trámite respectivo de manera rápida y sin traumatismos. En ella están consignados tanto el ánimo de buscar soluciones nacionales a los problemas como la voluntad de enfrentar la crisis crónica del empleo en Colombia. Desde esa perspectiva, la norma debe verse entonces como un conjunto de propuestas que toman en cuenta diferentes sugerencias para tratar de superar las dificultades de orden legal que, en apariencia, impiden la creación de puestos de trabajo que cumplan los requisitos para considerarlos pertenecientes a la economía que paga los salarios de acuerdo a la ley y cancela los impuestos y las contribuciones de rigor.Desde esa perspectiva, y además de otorgar posibilidades de acceder al crédito, la ley del primer empleo se basa en excepciones a las obligaciones fiscales que se brindan a las nuevas empresas formadas por menores de 28 años que cumplan ciertos requisitos y para empresas existentes que creen nuevos empleos demostrados para el grupo de personas allí descritas. También, y prestando oídos a la polémica sugerencia de acabar con las llamadas contribuciones parafiscales como el pago a las Cajas de Compensación, al Sena, al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el Gobierno las reconocerá como un descuento tributario.En otros términos, al tesoro público le corresponderá hacer otra excepción más en los impuestos y su recaudo, sobre la premisa de que este último será estimulado por una mayor generación de riqueza que a su vez aumentará los ingresos nacionales. Con lo cual se ensayará una fórmula con la cual se pretende responder a quienes afirman que la informalidad laboral en Colombia depende de las excesivas cargas fiscales, laborales y de orden parafiscal que impiden la generación de puestos de trabajo formal.La iniciativa es un esfuerzo por demostrar que sí es posible crear dos millones de empleos más en los próximos tres años, con lo cual se rebajarían a un dígito las cifras de desempleo en Colombia. Ese es el propósito del Gobierno Nacional, que decidió también ampliar los beneficios en Amazonas, Guainía y Vaupés. La pregunta que surge es por qué no se aplica en regiones como el Pacífico colombiano, donde hay mayores condiciones de pobreza, miseria y marginalidad que en los departamentos citados. Con varias inquietudes sobre su efectividad y sobre las excepciones que crea, la ley del primer empleo empezará a aplicarse la próxima semana. Ojalá sea herramienta eficaz para resolver el desempleo y la inequidad, dos de los problemas más graves de esta Colombia del Siglo XXI.

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