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Año de sorpresas y tragedias

"El manejo, no sólo inconveniente, sino incluso inmoral, de deudas hipotecarias impagables, por parte del sector financiero estadounidense hizo tambalear a las economías de varios países y aún peligrar el predominio de la economía estadounidense en el mundo".

26 de diciembre de 2011 Por:

"El manejo, no sólo inconveniente, sino incluso inmoral, de deudas hipotecarias impagables, por parte del sector financiero estadounidense hizo tambalear a las economías de varios países y aún peligrar el predominio de la economía estadounidense en el mundo".

Durante el 2011 el mundo alcanzó la cifra de 7 mil millones de habitantes en medio de un panorama contradictorio.Contemplamos el drama producido por uno de los terremotos más devastadores de la historia, en Japón: 9,9 grados en la escala de Richter con enorme tsunami incluido, que causó la tragedia nuclear de Fukushima. El mundo pudo darse cuenta de que el uso de la energía nuclear, así sea para propósitos pacíficos, entraña riesgos incalculables y que no es prudente aventurarse con materiales inestables cuando vivimos en un planeta también inestable.Así lo constataron también la mayoría de los países de la Unión Europea que durante todo el año se debatieron en la crisis financiera más profunda de toda su existencia. 2011 marcó el fin de los excesos en el manejo de los recursos de corporaciones internacionales interesadas únicamente en beneficios inmediatos producto de especulaciones con los capitales monetarios. El manejo, no sólo inconveniente, sino incluso inmoral, de deudas hipotecarias impagables, por parte del sector financiero estadounidense hizo tambalear a las economías de varios países y aún peligrar el predominio de la economía estadounidense en el mundo.Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia son el ejemplo de estas ambiciones que amenazan con dar al traste con el ‘Estado de bienestar’ construido por las socialdemocracias europeas luego de la Segunda Guerra Mundial. Esos países, cuyos gobiernos se acostumbraron a ‘gastar y pedir prestado’, ahora están abocados a pagar su deuda sin tener con qué. El ciudadano costeará con su tranquilidad y esfuerzos toda aquella improvidencia. Europa tuvo que escuchar la humillante admonición del Presidente de la banca china: “Los europeos han olvidado que el trabajo duro y el ahorro son pilares de la prosperidad”.Pero también, miles de ciudadanos de los países desarrollados manifestaron su malestar con el manejo que los gobiernos y las corporaciones han dado a la economía. Comenzaron en España, con ‘los indignados’, continuaron en otras capitales europeas y alcanzaron su punto más alto con el movimiento ‘Ocupa Wall Street’ en el corazón de la nación estadounidense. Mientras el año 2011 se va, esos movimientos ciudadanos crecen en expectativas y sus miembros son considerados “personajes del año” por grandes medios de comunicación.En otro rincón de este planeta, otros ciudadanos tuvieron el valor de enfrentar a dictaduras de décadas, haciendo uso creativo de la tecnología y clamando por libertad. La llamada primavera árabe, que se inició en Túnez, tuvo su punto culminante en Egipto, logró una victoria histórica con el derrocamiento del tirano libio Muamar al Gadafi, contagió al mundo y aún está lejos de haber culminado. La sanguinaria represión de ciudadanos en Siria y el mantenimiento de la dictadura así lo demuestran.Cayó Osama Bin laden, pero Kim Jong-un fue ungido como continuador de la tiranía comunista en Corea del Norte e Irán avanzó en su programa nuclear. A grandes rasgos, el año que se va fue lleno de sorpresas, de tragedias y una que otra buena noticia.

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