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Anarquía en Siria

" Hasta armas químicas ha usado Al Assad para combatir a los rebeldes. Pese a ello nadie quiere tomar alguna iniciativa más radical, que contribuya a la superación de la anarquía y a devolverle la paz y la tranquilidad al milenario pueblo sirio".

20 de mayo de 2013 Por:

" Hasta armas químicas ha usado Al Assad para combatir a los rebeldes. Pese a ello nadie quiere tomar alguna iniciativa más radical, que contribuya a la superación de la anarquía y a devolverle la paz y la tranquilidad al milenario pueblo sirio".

En reciente visita a Moscú, el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, manifestó que la solución del problema sirio pasaba por un acuerdo entre Rusia y su país. También anunció un próximo viaje al Medio Oriente, en el que será inevitable abordar con los gobiernos del área el conflicto de Siria.Mientras tanto, en ese martirizado país el drama no cesa. La ONU estima que unas 80.000 personas han muerto tras el levantamiento contra el presidente Bashar al-Asad, y 4,2 millones han sido desplazados. “El número de refugiados nos habla de un incremento en los enfrentamientos y de los cambios en el control de pueblos y ciudades, en especial en áreas de conflicto, lo que hace que más civiles decidan irse”, declaró un vocero de la ONU.Irán se ha involucrado directamente, armando a las milicias de Hezbollah para que ingresen a Siria a apoyar a los matones del gobierno, lo que ha recibido una dura respuesta de Israel, que bombardeó objetivos militares en el interior del país. Por ahora el gobierno sirio no se ha atrevido a realizar una respuesta.La oposición siria, que recibe ayuda de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, es una coalición de fuerzas en la que hay desde monarquistas hasta radicales chiítas, y nadie parece saber quién manda. Al mismo tiempo la economía siria se desbarata, hasta el punto de que hasta las fábricas de jabones más antiguas del mundo han sido desmanteladas y sus propietarios las están trasladando al Líbano.El país se encuentra en estado de anarquía, en la que lo único que se sabe es la insistencia de Al Assad en prolongar su mandato hasta el 2014. Con lo cual ignora las demandas internacionales para que abandone el poder y dé paso a un gobierno de transición que realice las reformas que ha pedido el pueblo sirio y contra las cuales ha reaccionado con tanta brutalidad su régimen.Nadie parece querer o poder hacer nada. De allí que la declaración de John Kerry en Moscú, señalando que Rusia y Estados Unidos tienen intereses comunes en la solución de la anarquía siria, se haya visto como una tontería diplomática. Lo único seguro es que Rusia se opone al apoyo a los rebeldes sirios y persiste en mantener su oposición a cualquier intervención en este sangriento conflicto.La verdad es que el grado de horror a que han sido sometidos los sirios ya sobrepasó con creces lo sucedido en Libia, que obligó a la Otan a una intervención militar. Hasta armas químicas ha usado Al Assad para combatir a los rebeldes. Pese a ello nadie quiere tomar alguna iniciativa más radical, que contribuya a la superación de la anarquía y a devolverle la paz y la tranquilidad al milenario pueblo sirio.Con el fracaso de dos intervenciones militares a cuestas, Irak y Afganistán, Estados Unidos se encuentra maniatado para iniciar cualquier incursión en Siria. Y la Rusia de Puttin, que cada vez se parece más a la Rusia de los antiguos zares, no está dispuesta a ceder ni un ápice de su influencia en el medio Oriente. Así las cosas sólo puede esperarse una agonía prolongada del pueblo sirio, oprimido por un dictador cruel y a merced de la voluntad de un mundo indiferente a su suerte.

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