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Celumanual

Acabo de ver en televisión a un oficial de la Policía Nacional...

7 de septiembre de 2015 Por: Víctor Diusabá Rojas

Acabo de ver en televisión a un oficial de la Policía Nacional que da instrucciones para evitar perder el celular a manos del ‘cosquilleo’, la refinada práctica de ladrones de esa especialidad delictiva -suena distinguido, ¿cierto?, aparte de ser verdad- con la que, sin dolor, todo cuanto valga algo en nuestras carteras, morrales y bolsillos, literalmente cambia de dueño en un abrir y cerrar de ojos.Si a usted no le ha pasado, nos vemos otro día. Pero si pertenece a esa inmensa legión de mortales a la que le han robado el celular -que es lo que más roban hoy en día- y, en consecuencia se ha quedado sin Smartphone ni contactos (una de las tres peores cosas que le puede pasar al ser humano moderno al lado de quedarse sin batería o no tener wifi), pues bienvenido a las recomendaciones que nos dan las autoridades para que después no salgamos a decir que estamos en manos del hampa ¡Qué va!Bueno, antes de entrar en detalles, permítanme una queja: por razones que no alcanzo a entender, el manual para no perder el celular estuvo dirigido única y exclusivamente a las damas, como si ellas fueran víctimas exclusivas de esta acción criminal. Una de dos, o hay aquí una evidente discriminación hacia nosotros, los hombres (lo que seguramente generará una intervención de la Procuraduría General de la Nación y, en consecuencia, otra en sentido contrario de la Fiscalía General de la Nación) o ya viene en camino un segundo manual, con énfasis en la población masculina. Lo esperamos.Bueno, al grano. Primero, lleve el celular escondido. Mejor dicho, cargue celular pero haga como si no lo llevara. ¿Está claro? Bien. Segundo, use una de estas tres caletas que recomienda la Policía: A- Póngalo bajo manga larga, lo que obliga a que las prendas sean stretch, es decir apretaditas, al cuerpo. Así que desde ahora divida su ropero en dos. Uno, para salir con celular. Dos, para quedarse en casa. Pero, querido oficial: ¿Y si uno vive por ejemplo aquí, en el Valle del Cauca, tierra de manga corta, deberá ponerlo entonces bajo el sobaco, con todos los riesgos que ello implica? Quedamos atentos a su respuesta.B- Cárguelo en la pretina del pantalón. Esto traerá consigo una auténtica revolución en la moda que ni se lo hubiera imaginado el mismísimo Oscar de la Renta o su versión criolla, Alfredo Barraza. Es decir, pantalón que se respete, tendrá pretina. Fuera elásticos y similares.C- O guárdelo, sugirió sin rubor el querido oficial, en el bolsillo de su ropa interior. Ahí, enseguida, en la tele una agraciada oficial de civil hizo las veces modelo para deslizar su celular (¡iba decir el aparato!), por uno de sus costados (tenemos dos, ¿no?) y lo acomodó, cerca del, sí, del sostén. Bueno, ustedes perdonarán pero yo no sabía que la ropa interior femenina viene ahora con bolsillos, con lo cual no podemos negar que, gracias a la inseguridad, el diseño evoluciona a velocidades supersónicas.Si el manual funciona, como imagino que deben estar funcionando otros que ya están en el mercado -contra el fleteo, contra el robo de carros, contra la inseguridad de casas y apartamentos cuando nos vamos de vacaciones, contra los delitos informáticos y muchos más-, es posible que a usted no le roben el celular por cosquilleo, aunque ya verá qué hace cuando le comiencen a entrar llamadas, trinos, ‘guasaps’, mensajes de texto (si es que aún alguien manda uno), chats y demás, e invariablemente tenga que echar mano del Smartphone en la caleta que haya tenido a bien elegir.Aunque, mejor, siga el consejo de oro: tenga celular, pero, en lo posible, no lo use en sitios públicos. Y si lo usa, pues corra con las consecuencias. O como diría nuestro querido oficial, ¡Y después no digas que no te avisamos!

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