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Niños miopes

Por eso, y por todo lo demás, celebro el regreso a clases presenciales que anunció Fecode con suprema soberbia y tras una presión nacional tremenda al haberse quedado sus dirigentes sin argumentos para no fomentar el regreso a las aulas luego de estar presentes en marchas multitudinarias.

28 de junio de 2021 Por: Vanessa De La Torre Sanclemente

El encierro está dejando niños afectados emocionalmente y, además, miopes. Dice la Organización Mundial de la Salud que en 2050 la mitad de la población mundial tendrá la visión afectada, y estudios de universidades canadienses y chinas indican que la falta de luz solar al aire libre puede estar afectando irremediablemente la visión de esta generación de niños guardados.

La oftalmóloga infantil argentina, Carolina Picotti, autora de un reciente estudio sobre el tema, publicado por The Lancet, me explicó en 10 AM de Caracol Radio que el cuerpo humano necesita sol para producir una sustancia llamada dopamina que es fundamental -entre otras- para el buen funcionamiento de la retina. “Nada lo puede reemplazar”, aseguró.
Pero la situación es aún más compleja.

Nos recuerda la siempre lúcida doctora Jimena Núñez, de la Clínica de Oftalmología de Cali, que la exposición directa de los ojos a la luz solar puede ocasionar múltiples daños como terigios, tumores, cataratas y afectaciones irreversibles en la retina, pero, ¡claro que las actividades al aire libre son indispensables! Y a la falta de sol y brisa de hoy, hay que sumarle el exceso de pantallas que afectan, también, el crecimiento de los ojos y la vista para siempre. No es solo una creciente adicción preocupante; es también un tema de salud para la vista.

Y esa mezcla de poca calle y mucha virtualidad está cambiando para siempre la manera en la que interactuamos y hasta vemos. Los más afectados, tristemente, son los niños. Por eso, y por todo lo demás, celebro el regreso a clases presenciales que anunció Fecode con suprema soberbia y tras una presión nacional tremenda al haberse quedado sus dirigentes sin argumentos para no fomentar el regreso a las aulas luego de estar presentes en marchas multitudinarias.

Les preocupó por un año contagiarse en las aulas escolares pero no en las protestas de los últimos dos meses.

Hay mucho daño ya hecho: casi 250 mil menores desertaron de sus estudios en el último año. ¿Cómo vamos a lograr su regreso? Hay un retraso gravísimo en América Latina del último año escolar. Es decir: un año casi perdido. Y si a eso sumamos que según el Mintic en Colombia el 53% de la población tiene conectividad y el resto no, ¿qué tal la desigualdad pandémica?

Triste y tremendo.

Es, entonces, tiempo de reconstruir lo posible, de mandar a los niños a las aulas, de dejar las soberbias y de evitar más miopías. En todo sentido.
Sigue en Twitter @vanedelatorre