Talento made in Cali 248078

La gran atracción de la pasada temporada decembrina fue, sin lugar a dudas, el Bulevar del Río al que quisieron colocarle toda clase de nombres, incluyendo el de un morenito que ya ni me acuerdo qué gracia tuvo para que se le rindiera semejante tributo. Calentanos que somos, siendo que con la plazoleta Jairo Varela la cuota afrodescendiente -como dicen ahora- quedó más que cubierta.Dicho lugar se convirtió en un fenómeno de inclusión social en el que hordas de gentes de todas las condiciones recorrió de ‘pe a pa’ esta magnífica iniciativa producto del talento arquitectónico de Elly Burckhardt de Echeverri, a quien estamos pasados de hacerle un gran reconocimiento.Yo recorrí el Bulevar con mis nietos y me topé al final de la peregrinación con el teatro Jorge Isaacs sobre cuya fachada se proyectaban unas figuras bellísimas, en medio de una música envolvente y unos juegos de luces que también se admiraban en el viejo edificio Coltabaco.La verdad, estas proyecciones que se llaman ‘mapping’ no las había visito sino en Nueva York, Berlín y Orlando y claro, me quedé aterrado de que aquí también se estuvieran dando.Intrigado, de inmediato pensé que se trataba de una empresa gringa a la que le habían pagado un platal o fruto de una contratación rola de esas que vienen a Cali a hacer su agosto -remember la inauguración de los Juegos Mundiales- porque se suele decir que aquí no somos capaces sino de bailar salsa y hacer empanadas.Busqué entonces a los gringos o a los bogotanos para felicitarlos y dialogar con ellos y me llevé tremenda sorpresa cuando uno de los muchos operarios con uniformes que parecían de la Nasa, me dijeron que eso lo había montado una empresa caleña.Sí, seguro, échame ahora una de vaqueros, le riposté cuando apareció el que me dijeron era cerebro del tal ‘mapping’: un muchacho común y corriente de no más de 30 años quien muy solícito me atendió. Mal pensado que es uno le pregunté por el jefe y me respondió soy yo mismo. Otra de vaqueros, pensé. Y claro, se me vino a la mente suponer que era el testaferro de alguien y tampoco. “Todo esto lo he hecho a punta de esfuerzo, de apostarle a mi ciudad, de hacer que crean en nuestro talento, de hipotecarme al ciento y de hacer sufrir a mis papás quienes no creían que fuera capaz de importar esta tecnología -me dio una cátedra completa de los sofisticados equipos que estaba utilizando, algo nunca visto ni oído en Cali- y menos hacerlo funcionar a las mil maravillas”.Pero lo más importante, agregó, es que por fin creyeron que lo que se hace en Cali sí queda bien hecho y que no tenemos por qué seguir trayendo cosas de otra parte porque aquí somos capaces de esto y de mucho más.Juan Carlos Londoño, que así se llama, posee unos cuantos trebejos que me imagino valen los millones del mundo y cuenta con un staff de ingenieros, electricistas, diseñadores, operarios y lo que ustedes quieran que no solo hicieron el tan mentado ‘mapping’ sino el montaje de giras por Colombia, Ecuador y mañana cualquier lugar del mundo, con artistas como Montaner, Raphael, Marc Anthony, Vicente Fernández y una docena más, además de los exposhows, el Petronio y más y más eventos más.Me llamó la atención la sencillez de este egresado del colegio Bolívar a quien en principio le dio por montar bares y discotecas y miren por dónde va. Después de ese diálogo lo único que atiné a preguntarle fue que si no era todo esto una locura y me respondió que sí, pero lo que pasaba era que en su casa siempre lo habían apoyado y que su mamá tenía experiencia en tratar personas como él: ella se llama Gloria H., concluyó.