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Los años del Boom

Ya nadie creía en nada, pero de pronto una luz se encendió en América Latina: la Revolución Cubana. Y hacia allá se dirigieron los ojos de todos, marcando la épica política de los años sucesivos.

5 de febrero de 2019 Por: Santiago Gamboa

Una de las cosas que más disfruté del pasado Hay Festival de Cartagena fue el haber podido presentar la nueva edición de Aquellos años del Boom, del periodista catalán Xavi Ayén, un libro que ya tiene una versión anterior, del 2014, pero que hoy circula enriquecida con nuevas informaciones y secretos que estaban ‘embargados’ hasta la muerte de la todopoderosa agente literaria catalana Carmen Balcells, quien efectivamente murió el 20 de septiembre de 2015, liberando a Xavi Ayén de la promesa de no contar algunos secretos ni hacer públicos ciertos documentos. Así pues, ahora tenemos la nueva edición, poblada de nuevas revelaciones sobre esa época gloriosa de la literatura latinoamericana que fue el llamado Boom.

Recordaré, para quienes no estén familiarizados, cómo ese estallido literario que se dio en los años sesenta fue el que situó de una vez y para siempre a América Latina en el mapa de la gran literatura universal. En realidad comenzó un poco antes, en 1958, con la publicación de La región más transparente, de Carlos Fuentes; continuó en 1963, el año en que se publicaron Rayuela de Cortázar y La ciudad y los perros de Vargas Llosa, y llegó a su punto más alto en 1967, con la publicación de Cien años de soledad. Entre medias, en esa década, publicaron también grandes obras Guillermo Cabrera Infante, Manuel Puig, José Donoso, Jorge Edwards, Mario Benedetti, Augusto Roa Bastos, entre otros, y se recuperó e internacionalizó a escritores de una generación anterior que no habían sido -o muy poco- editados fuera de sus países, como Onetti y Borges, como Rulfo, Carpentier y Arguedas.

Pero esa larga década que se extendió hasta 1976 no fue sólo una gesta literaria. Recordemos que a fines de los cincuenta Europa aún se lamía las heridas de la guerra y su juventud, rebelde contra el proyecto racionalista que la llevó a la catástrofe, buscaba con afán nuevos espacios: el rock, las drogas, el nihilismo, el sexo libre, el existencialismo. El presente se fracturó del pasado y la vida empezó a ser mera existencia, como dijo Sartre. El aquí y el ahora. Ya nadie creía en nada, pero de pronto una luz se encendió en América Latina: la Revolución Cubana. Y hacia allá se dirigieron los ojos de todos, marcando la épica política de los años sucesivos. El héroe fue un argentino, Ernesto el Ché Guevara, y el comandante un cubano: Fidel. La intelectualidad europea y comunista de la década de los sesenta los veneró al tiempo que se volcaba contra Estados Unidos y su estéril lucha en Vietnam.

Fue en ese contexto histórico que surgió esta asombrosa catarata de autores talentosos y América Latina, lugar casi recién descubierto, se volvió aún más atractivo y mítico para el resto del mundo. Cien años fue la síntesis, la nueva Biblia, un texto casi sagrado, lo mismo que los de Cortázar. Y entre medias el enorme despliegue de la gran agente, Balcells, la que transformó el mercado editorial para beneficio de sus autores, logrando que, cuando eran exitosos, fueran también inmensamente ricos y no como antes, cuando sólo la editorial obtenía recompensa económica y el escritor debía contentarse con los laureles y la gloria, pero sin un peso. Esta es la historia fascinante de esos años, los del Boom, que Xavi Ayén retrata con gran sofisticación y una prosa que lleva la lectura hasta el delirio. Muy recomendado.

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