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La buena selección de alcaldes

Hay señales muy alentadoras para las próximas elecciones de alcaldes en las...

22 de agosto de 2011 Por: Rudolf Hommes

Hay señales muy alentadoras para las próximas elecciones de alcaldes en las principales ciudades. En todas ellas hay muy buenos candidatos, en algunas de ellas demasiados candidatos buenos, y en otras, a pesar de la existencia de excelentes opciones persiste el peligro de que salgan elegidos los malos, o los candidatos menos calificados. En Bogotá ya había un problema antes de que Antanas inscribiera su candidatura, como lo señalé en una columna anterior, porque había tantos candidatos calificados en el centro del espectro político que existía el peligro de que se repartieran ese voto mayoritario y ganara Petro, candidato de izquierda, con una minoría de los votos. Este problema se ha agravado con la llegada de Mockus, lo que facilitaría el triunfo de Petro. Esto significaría que la izquierda va a continuar al frente de la ciudad, algo que no se merece pese a los esfuerzos de Clara Eugenia López para limpiarle la cara al récord de su partido que ha sido desastroso. En Barranquilla, Alex Char puede estar orgulloso de dejarle el camino despejado a su sucesora, Elsa Noguera, que fue uno de los dinamos de su administración y tiene todas las cualidades para hacer una muy buena Alcaldía. Barranquilla puede tener la misma suerte de Bogotá y beneficiarse de una racha de buenos alcaldes. Ello le cambió la cara a Bogotá y la calidad de vida a sus habitantes por un tiempo. En Cali no es claro qué va a suceder pues la Alcaldía se la disputan con igual probabilidad de éxito dos candidatos con diferentes cualidades. Si el electorado fuera racional, el ganador sería Rodrigo Guerrero que fue muy buen alcalde y tiene empatía con los problemas sociales de su su ciudad. Pero su adversario, Sigifredo López, fue el único sobreviviente del grupo de diputados secuestrado y sacrificado por la guerrilla y es un avezado político tradicional. La mezcla de emoción y de maquinaria a su favor puede jugar en contra del mejor candidato.En Medellín, hace poco parecía que Luis Pérez le podría arrebatar la alcaldía a Aníbal Gaviria, joven promesa del Partido Liberal que también tiene apoyo de los independientes y de la ‘ola verde’. Ahora, al parecer, va adelante Gaviria que cuenta con respaldo entre la ciudadanía y el establecimiento. La ciudad se debate entre dos candidatos capaces e inteligentes, entre el cambio y el clientelismo. En Cartagena, el candidato con mayor probabilidad de salir elegido se volvió muy popular porque orientaba un programa de radio que les pide cuentas a los políticos y a los funcionarios, imitando lo que hacía Uribe en los consejos comunales. El récord de los locutores como mandatarios no ha sido bueno, pero siempre puede haber un primero que resulte exitoso. El alcalde elegido en Cartagena va a tener que superar a la alcaldesa actual, que sale con una alta favorabilidad y que a pesar de que no haber estado completamente a la altura de las expectativas que había suscitado como candidata, si ha sido muy superior a sus antecesores y supo interponer una barrera de contención frente a la politiquería tradicional. La elección de alcaldes es clave para el desarrollo nacional porque es a nivel local donde se toman las decisiones más importantes de política social (empleo, seguridad, educación, salud, servicios públicos esenciales) y donde se definen las reglas de convivencia en un país en el que las ciudades son el refugio de las víctimas de la interminable violencia rural.