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Vergonzoso

Definitivamente los colombianos somos gente muy particular. Que después del daño inmenso...

14 de julio de 2012 Por: Ricardo Villaveces

Definitivamente los colombianos somos gente muy particular. Que después del daño inmenso que el narcotráfico ha causado al país el programa más exitoso de la televisión sea el que se dedica a la vida, obras y barbaridades del peor criminal de la historia no resulta fácil de entender. Que las programadoras que, al parecer, sólo se rigen por los niveles de audiencia, el famoso ‘rating’, se enorgullezcan de su novela tiene la lógica de las utilidades por encima de todo; pero que los familiares de las víctimas se sientan satisfechos con lo que está pasando con esa producción, asistan a los eventos sociales dedicados al lanzamiento y exalten de alguna forma este lamentable episodio de la historia no se comprende.Los productores y los involucrados directamente tendrán toda la motivación para promocionar su programa y tratar de convertirlo en un éxito comercial, pero que las principales revistas y programas de radio y televisión se hayan dedicado a promocionarlo tampoco es fácil de entender si no se mira, de nuevo, el tema con el filtro de utilidades y más utilidades. Más desconcertante aún es que ahora haya colección de láminas (de ‘monas’ en lenguaje bogotano) dedicada a la vida del narcotraficante y, como lo dice el portal Confidencial Colombia, ha tenido tanto éxito que las láminas se encontraban agotadas esta semana. El éxito de esta serie impulsa a las otras programadoras a competir y así el responsable del tema en el otro gran canal ya planteaba sus intenciones de producir series similares. Las directivas de esas empresas deberían reflexionar sobre las implicaciones de lo que están apoyando y promoviendo. Racionalizaciones hay muchas y habrá quienes defenderán la conveniencia de seguir insistiendo en dedicarle horas y horas de televisión a la ‘traqueto estética’ y a recordarle a muchos colombianos que, aunque los finales han sido trágicos, por varios años muchos se han beneficiado y han disfrutado de las posibilidades del todo vale y de la plata por encima de todo. Es lamentable que el morbo y la bajeza humana se pueda convertir en el centro de atención de quienes pasan horas y horas frente al aparato de televisión. Infortunadamente no tenemos el monopolio de este comportamiento y son los canales dedicados a este tipo de cosas los que barren en audiencia en muchos países. ¿Cuál será el efecto final de esta corriente? Es algo que está por verse pero no deja de preocupar que en una sociedad completamente mediatizada en la que la televisión tiene tan grande impacto en los modas y las costumbres la proliferación de este tipo de programas va a terminar haciendo un gran daño. Parece que resulta mucho pedir que las programadoras le den importancia y alguna participación en buenos horarios a los programas de opinión, a los shows musicales y a aquellos de carácter cultural; pero, por lo menos si se van a dedicar a las telenovelas y a los realities podrían balancear más los contenidos y no dejarse llevar sólo por la reacción de la audiencia a encontrar en el morbo de la narcocultura su fuente de entretención