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Un gran ejemplo

En estos tiempos en que estamos saturados de oír sobre corrupción, JEP, ‘Santrich’, etc., resulta gratificante encontrar películas como la de El Sendero de la Anaconda que se está presentando en todo el país.

5 de julio de 2019 Por: Ricardo Villaveces

En estos tiempos en que estamos saturados de oír sobre corrupción, JEP, ‘Santrich’, etc., resulta gratificante encontrar películas como la de El Sendero de la Anaconda que se está presentando en todo el país. Gratificante no solo por tratarse de una película de producción impecable ni por el tema que es apasionante, sino porque todos los involucrados pudieron demostrar que se puede trabajar en equipo. Que cuando hay colaboración se logran grandes resultados.

Para la realización de esta película trabajaron en conjunto Caracol que lideró el proyecto, Alessandro Angulo que la dirigió, Colciencias, Parques Nacionales con su gran directora Julita Miranda, la Fundación Gaia, el Ministerio del Ambiente, en fin múltiples entidades y personas que, a diferencia de lo que suele ocurrir, en esta ocasión se articularon y consiguieron un producto final de gran calidad. Calidad en su producción, en sus imágenes, en la música, en el guión y la narración. En fin, un documental que los colombianos tenemos que ver y que seguramente será valorado en el exterior. Un detalle adicional es poder registrar que siendo una película distribuida por Cine Colombia está siendo presentada también en las salas de empresas diferentes como Royal Films, Procinal etc., permitiendo que más y más personas la puedan disfrutar.

En un año en que se celebran los 250 años del nacimiento de Alexander Von Humboldt precursor de la etnobotánica y de la comprensión de los temas ambientales resulta muy apropiado este tipo de esfuerzos que, además, rescatan trabajos seminales sobre esa región tan importante y tan desconocida que es la Amazonía. Es así como los trabajos de Richard E. Schultes, profesor de Harvard y quien estuvo internado en la selva por doce años a partir de 1941, fueron la inspiración del reconocido investigador Canadiense-Colombiano Wade Davis quien ya había hecho un excelente trabajo sobre estos temas con su libro El Río. Davis vino a Colombia a comienzos de los 70 por sugerencia de Schultes, se enamoró del país y, como sucede en más de una ocasión, es un conocedor mucho más profundo de las realidades de las regiones amazónicas que la mayoría de los colombianos. Afortunadamente, el presidente Barco le otorgó la nacionalidad colombiana lo que fortalece sus lazos con el país y nos enriquece con sus conocimientos.

Para la película Davis hizo un gran equipo con Martin Von Hildebrand, que si bien es de origen alemán e hijo de dos de los primeros profesores de Los Andes de la época de la fundación de la universidad, es una persona que nació en Colombia y después de estudiar en varias universidades del exterior se ha dedicado de lleno a la defensa de los pueblos indígenas y a profundizar en el conocimiento de esta gran parte de nuestro territorio a través de la Fundación Gaia.

En fin, en estos tiempos de polarización es estimulante ver las cosas que se pueden alcanzar cuando se trabaja en conjunto y hay que agradecer la oportunidad que nos están dando de tomar conciencia de ese mundo desconocido para la mayoría de los colombianos que es nuestro territorio amazónico.