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Histeria

El mundo de los mercados financieros es, sin duda, particular. Cuando se...

29 de junio de 2013 Por: Ricardo Villaveces

El mundo de los mercados financieros es, sin duda, particular. Cuando se habla con las personas dedicadas a esta actividad se encuentra que ellos tienen terminologías y concepciones de su profesión difíciles de entender. Una de esas apreciaciones es el ver que hablan de los mercados como si se tratara de organismos vivos que tienen sus propias apetencias y comportamientos. Por ello hablan de los sentimientos de los mercados con una gran propiedad. Y, sin duda, un buen caso para los que podrían ser los siquiatras de los mercados es el de su comportamiento en los últimos días. Lo que se ha venido observando hace pensar que, de pronto, es cierto que los mercados tienen vida propia y que, a veces, son víctimas de momentos difíciles que los llevan a comportarse de manera impredecible. Si alguna palabra pudiera describir el comportamiento de los mercados financieros en estos días seguramente sería algo como la histeria pues, de otra forma, resulta difícil entender el comportamiento observado en los últimos tiempos.Que los anuncios del señor Bernake sobre el mejor comportamiento de la economía norteamericana pueda ocasionar el caos reciente es algo difícil de entender. Se comprendería que un anuncio sobre una situación muy problemática causara la incertidumbre y la volatilidad observada pero que esto sea causado por un anuncio positivo no es fácil de asimilar. Menos aún cuando no se trata de algo novedoso sino de algo que se venía esperando y sobre lo que muchos indicadores mostraban que ya se estaba viendo ‘la luz al otro lado del túnel’.De otra parte hay quienes dicen que la locura de los mercados tiene que ver con la desaceleración de China. Y es cierto que esto está ocurriendo, pero no es nada nuevo y se viene observando desde hace varios meses. De otra parte, no se puede dejar a un lado el efecto positivo de la dinámica de otras economías emergentes que deben estar compensando en alguna medida el menor ritmo de crecimiento de China.En síntesis no parece haber eventos excepcionales que justifiquen el que, de un día para otro, se presente tal perturbación en los mercados como la observada en los últimos días. Se necesitaría, como dicen nuestras leyes, ‘eventos sobrevinientes’ para que se pudiera explicar lo sucedido y no parece que esto esté ocurriendo. De otra parte, algunos analistas hablan de que estamos en un punto de quiebre frente a las tendencias que se venían observando desde hace varias décadas en temas como el de las tasas de interés. Es cierto que se había llegado a niveles excesivamente bajos y que era previsible una ‘corrección’, como dicen los financistas, pero de allí a decir que se cambió la tendencia y que entramos en un período de crecimiento de las tasas de interés hay ‘trecho por andar’.Habrá que observar con atención lo que ocurra en los próximos días, pero todo indicaría que después de la histeria vendrá una relativa calma y el sentido común prevalecerá. No es hora pues para los comportamientos emocionales sino para que la razón prime sobre los sentimientos.